Tras lo que fuera la exitosa reunión de los intendentes de Juntos por el Cambio con el gobernador Axel Kicillof, que permitió que se destrabe mágicamente el acuerdo en la legislatura en torno al proyecto de actualización de tributos que tanto importa al oficialismo, muchas lecturas de tono político se desprendieron en diversos ámbitos.

Algunos de quienes analizan la actualidad interna de la principal alianza opositora, creen ver en este hecho de días atrás, que concretará esta semana con la aprobación del paquete impositivo elaborado por el gobierno, una clara muestra del poder de los jefes comunales de Juntos por el Cambio, incluso por encima de la ex gobernadora María Eugenia Vidal.

Nadie hoy cuestiona en público el liderazgo de María Eugenia, pero por lo bajo, ya hay quienes reconocen que –si Vidal no toma las riendas de la conducción opositora de forma férrea- hay algún que otro alcalde con ganas de quedarse con esa primacía.

Jorge Macri es uno de ellos. Y claramente fue uno de los “ganadores” de la foto con Kicillof días atrás. Cuenta –desde siempre- con el respaldo de su primo el ex presidente argentino. Tal vez por lo obvio de su intento de consolidarse como líder de la oposición, Jorge Macri escribió en los últimos días en sus redes sociales: «Reunión de trabajo con Mariú, siempre comprometida con los bonaerenses. Un placer poder trabajar y aprender de ella. Siempre juntos”.

Otro de los nombres que ya claramente inició su propio camino es Emilio Monzó. El ex presidente de la Cámara de Diputados de la nación tiene un bloque propio de legisladores bonaerenses que le responden, y ya declaró en cuanta entrevista periodística pudo, que lo suyo es diferente a Vidal. Por ahora, se mantiene dentro de la alianza opositora, pero con un marcado perfil diferenciado. Nadie olvida que fue “vetado” durante cuatro años por Vidal en la provincia, al punto de que fue excluido (él y los suyos) por completo del armado de las listas bonaerenses en la última elección. Su reunión de diez días atrás con intendentes del radicalismo no pasó desapercibida para nadie, ya que fue una manera clara de decirle al Pro “acá estamos nosotros”.

Un tercer hombre con posibilidades de construcción propia en territorio bonaerense es Cristian Ritondo. Quien fuera ministro de Seguridad, tiene hoy la “chapa” de ser el jefe el bloque de diputados nacionales del Pro. Hasta ahora, fue un incondicional de Vidal; lo más probable es que tenga juego propio, pero siempre bajo la tutela de la ex gobernadora.

El peso de los intendentes de Juntos por el Cambio quedó claro en estos días, y allí Jorge Macri sacó clara ventaja de ello. Fue necesaria una reunión de todos ellos con el gobernador para que la situación del proyecto de ley impositiva se encamine. Macri se mostró en ese cónclave claramente como un “jefe” de los intendentes; incluso otros alcaldes de renombre en el armado opositor, como Néstor Grindetti de Lanús o Guillermo Montenegro de Mar del Plata, aceptaron tácitamente ese papel cumplido por el hombre de Vicente López.

La novela recién comienza, y muchos capítulos quedan por delante. Las elecciones de medio término están lejanas, aunque los hombres y mujeres de la política nada quieren –nunca- dejar librado al azar. Para ello, se tejen especulaciones, posibles acuerdos y se visualizan diversos escenarios. En Juntos por el Cambio, uno de esos posibles escenarios es el de un armado provincial sin María Eugenia Vidal, a quien algunos le deparan un rol protagónico en la estructura nacional, para lo cual deberá inevitablemente, trascender las fronteras bonaerenses. Si ello ocurriera, Jorge Macri podría tener más a mano su viejo anhelo de conducir para Juntos por el Cambio, la principal provincia del país.