Idea de un empresario bonaerensePersiguen el sueño de volver a fabricar el mítico «Rastrojero»

Idea de un empresario bonaerense

Persiguen el sueño de volver a fabricar el mítico «Rastrojero»

22 diciembre, 2019 Desactivado Por Julio Giribaldi

En el 2012, hubo un argentino que comenzó a desarrollar lo que parecía una idea descabellada: volver a fabricar el Rastrojero, mítico producto de la industria automotriz nacional que vio la luz y recorrió las calles del país entre 1952 y 1979. La denominada “Pick Up” argentina podría volver a comercializarse –renovada y con múltiples novedades- a partir de 2026, en un proyecto que es el anhelo de un empresario del norte bonaerense, llamado  Carlos Ptaschne.

De acuerdo a declaraciones periodísticas que el innovador empresario nacional realizó recientemente, se está pensando un nuevo Rastrojero con múltiples posibilidades para prestar servicios de trabajo, particularmente al sector rural. Los nuevos tiempos permiten novedades tecnológicas propias del siglo XXI; en este contexto, la futura nueva pick up nacional tendrá según resaltan sus impulsores, tracción trasera, delantera o doble tracción, según sea la necesidad del momento. Además, se piensa una unidad de pleno uso en el campo, ya que se la prepara  como toma de fuerza delantera y trasera para acoplar pequeñas máquinas como desmalezadoras, hoyadoras o plumas de alzado.

Otro elemento no menor, será la motorización eléctrica que tendrá el Rastrojero del nuevo milenio. La novedad llega de la mano de innovadores alemanes, que cuentan con el respaldo de Mercedes Benz para el desarrollo de modernos motores eléctricos”.

El centro de operaciones para seguir a paso firme avanzando en la idea de concretar el sueño de poner un nuevo Rastrojero en circulación en las rutas argentinas, se da con epicentro en la ciudad de Escobar, en el norte del Gran Buenos Aires.

El proyecto original preveía la fabricación nacional de la pick up, o incluso en Brasil para mantener el status regional, un plan que sin embargo podría sufrir cambios como consecuencia de la crisis económica, que le pega en especial a la motorización, porque la mayor parte del desarrollo tiene valores en dólares. De ese modo, se asoma China como opción para albergar la producción del modelo. Podría darse con la posible alianza con la empresa KaiYun motors de Shanghai.

Quienes impulsan la idea de poner en marcha el nuevo Rastrojero, lo imaginan con un precio de mercado que no supere los veinte mil dólares.

Ptaschne mantiene expectativas en el cambio de gobierno, y en la búsqueda de respaldos para un desarrollo nacional, que debería naturalmente tener el acompañamiento del estado argentino, a través por ejemplo de una quita de impuestos para favorecer el desarrollo del producto.

El empresario argentino afirman que quieren mantener el nombre Rastrojero  “como un homenaje desde el corazón a millones de argentinos que soñaron un gran país, y dieron la vida allá en la planta de IME en Córdoba, actual FADEA y a todos los involucrados en aquella industria: proveedores, autopartistas, vendedores, talleres”.

El recuerdo histórico no es menor, ya que en los talleres cordobeses que actualmente tienen por nombre Fábrica Argentina de Aviones (FADEA) “Brigadier San Martín” S.A., no sólo se fabricaron los Rastrojero, sino también dos íconos del primer peronismo: el automóvil Justicialista y el avión Pulqui.

El Rastrojero supo tener motorización Willys, porque aquellos motores se adquirieron y luego no tenían mucho uso, lo que derivó en que un ingeniero de apellido Gómez los reutilizara para que motoricen un utilitario, que terminó siendo el Rastrojero. Con los años, esos motores fueron reemplazados por los recordados Indenor. Pero fue un 22 de mayo de 1979 el día en que el dictador Jorge Rafael Videla dispuso suspender la producción del Rastrojero. Y un año más tarde, el mismo gobierno militar liquidó IME. Durante todos esos años, se habían producido y vendido en el mercado más de ciento treinta mil unidades. El secreto del Rastrojero era su mínimo consumo de combustible: en la década del 50, el consumo de una pick up Ford (naftera) era de un litro cada 7 kilómetros, mientras que el Rastrojero gastaba un litro cada 15 kilómetros (y llevaba gasoil, que entonces tenía el 20 por ciento del valor de la nafta).

Nació como pick up, pero también hubo camiones y hasta taxis Rastrojero. Hoy, en el siglo 21, va por un renacimiento eléctrico. Pero manteniendo el sello de ser un aliado del campo, el trabajo argentino por excelencia.

(Fuente consultada: Infobae)