Hombre récord del ascenso argentino«El Pirata» Czornomaz, un goleador con veinte camisetas
1 enero, 2020
Antes de ser lo que hoy es ahora, uno de los tantos directores técnicos del fútbol argentino que dirige diversos equipos del bravo fútbol del ascenso de la Asociación del Fútbol Argentino, Adrián Czornomaz fue un goleador que no brilló en la máxima división del fútbol del país, pero que dejó su huella en cada club donde jugó. Y fueron muchos: el “Pirata” se calzó veinte camisetas distintas, no sólo de Argentina sino de Perú, de Chile, de México y hasta de la lejana Austria.
Cuando promediaba la década del ochenta, la recordada revista “Sólo Fútbol” publicaba toda la información de las divisiones inferiores. Allí, a la hora de observarse la tabla de goleadores de cada divisional, año tras año un apellido se repetía: Czornomaz.
El delantero (grandote, alto, bien de área, rebotero dirían algunos) ostenta el récord de ser el máximo artillero de la Primera “B” Nacional, hoy con otro nombre pero siempre la máxima categoría del ascenso argentino. Hincha de Independiente, en el fútbol que antes era definido como “de los sábados” (porque todos sus encuentros se jugaban en esa jornada, no como ahora en que son tiempos televisivos) Czornomaz tiene anotados ciento sesenta goles en esa categoría. Pero no fueron sus únicos gritos: aun cuando no está del todo definido, se sabe que marcó en toda su carrera doscientos sesenta goles.
Llegó a primera en Independiente, pero se fue rápido al fútbol chileno, y allí inició una verdadera carrera de trotamundos. Se retiró a los treinta y ocho años de edad y jugó en veinte clubes, un promedio de una institución por año de carrera. En alguna entrevista que dio, explicó que muchas veces prefirió quedarse en la B Nacional a jugar en primera división, porque su prioridad era pelear el ascenso a ir a evitar el descenso.
Nacido en Sarandí, a pocas cuadras de la cancha de Arsenal, se inició jugando baby fútbol en una histórica entidad barrial como es Defensores del Monte. Se probó en Racing pero lo rechazaron. Arrancó luego en Argentino de Quilmes y allí lo vieron desde Independiente. En ese club, lo hizo debutar en primera el técnico Jorge “Indio” Solari.
Se puso también la camiseta de otro grande del fútbol argentino, como San Lorenzo, desde donde partió a su experiencia europea en el Rapid de Austria, logrando vivir en una ciudad cargada de historia y cultura como es nada menos que Viena. De lo que fue vivir allí alguna vez dijo que “… fue difícil porque fui en invierno y hacía mucho frío. Había nieve en todos lados. Me costó adaptarme. Además, tuve un problema extra futbolístico porque, al parecer, compraron mi pase con dinero lavado. Los dirigentes que me llevaron, según dijeron, fueron presos, y yo tuve que declarar ante la CIA”.
Esa historia merece ser contada, y por eso tomamos lo que el delantero contara en una nota otorgada a la revista Un Caño: “Me citaron de la embajada argentina en Austria para decirme cuál era el problema, que tenía que ir a declarar, que me iban a poner un intérprete. Yo un poco de inglés entendía, pero me hablaban en alemán. Y ya ahí la verdad es que me quería ir. Yo fui a jugar al fútbol pero salía en revistas de allá que eran como la Gente de acá. Sacaban mi foto porque los dirigentes eran famosos. Y yo no entendía por qué salía mi foto ahí, no entendía el alemán. Estaba la tapa de la revista y abajo mi foto. Yo no entendía nada, así que no declaré nada. Tenía 22 años. Al parecer habían comprado el pase con dinero no declarado que no se sabía de dónde había salido. Los tipos terminaron investigados y a punto de ir a la cárcel”.
Supo ser ídolo con la camiseta de Universitario de Perú, donde lo llevó el fallecido Eduardo Luján Manera. Allí fue goleador del torneo, pero “cruzó de vereda” para jugar la Copa Libertadores con la celeste de Sporting Cristal.
Su extensa carrera pasó por Argentino de Quilmes, Independiente, Cobreloa, San Lorenzo, Rapid de Viena, Banfield, Belgrano, Quilmes, All Boys, Los Andes, Universitario y Sporting Cristal de Perú, Tigres de México, Atlético Tucumán, Gimnasia de Jujuy, Tigre, Independiente Rivadavia de Mendoza, Tristán Suárez, Defensa y Justicia y Argentino de Quilmes
Alguna vez contó también que su gran fracaso futbolístico fue con la camiseta de Quilmes, el club de la ciudad donde vive hace años. Fue parte de un plantel que perdió varias chances para ascender, algunas de manera poco menos que increíble. Tanto fue aquello, que se afirma la maldición sobre el equipo blanco estaba determinada por una bruja de Chascomús. “Aquel fue el gran fracaso de mi carrera. Yo soy de la ciudad, y la verdad es que habíamos hecho un campeonato bárbaro. Yo había hecho más de 25 goles, y el objetivo era llegar a las finales. Fue una gran frustración porque yo vivía en la ciudad y seguramente me iba a quedar en el club. Y habiendo hecho tantos goles no me quedé, renovaron todo el plantel.
Hoy, Adrián “El Pirata” Czornomaz es entrenador, con reciente paso como responsable de la primera división de Talleres de Remedios de Escalada. El hombre nacido en abril de 1968, a los cincuenta y un años, puede mostrar una historia de rompe redes. En tiempos de vértigo y mundo virtual, su historia merece ser contada.