Mucha agua pasó bajo el puenteUn homenaje centenario y el sueño mundialista 2030

Mucha agua pasó bajo el puente

Un homenaje centenario y el sueño mundialista 2030

10 febrero, 2023 Desactivado Por Germán Costanzo Castiglione

Este primer Mundial se inició un 13 de julio de 1930 en el Estadio Centenario, con la victoria de Francia sobre México por 4 a 1 y terminó apenas 17 días después, con la victoria de Uruguay sobre Argentina por 4 a 2. Participaron solo 13 seleccionados nacionales, especialmente invitados por la FIFA.

La Argentina formalizó su postulación a organizar el Mundial de fútbol de 2030, junto a Uruguay, Paraguay y Chile. Sería un homenaje al centenario del primer campeonato de selecciones nacionales, realizado en Montevideo. Pero mucha agua pasó bajo el puente (en realidad, muchos Mundiales: 22 hasta el de Qatar) y este evento, el más seguido del planeta, cambió notablemente. Alcanza con referir una decena de datos que nos resultan ahora sumamente llamativos.

Este primer Mundial se inició un 13 de julio de 1930, en el Estadio Centenario, con la victoria de Francia sobre México por 4 a 1 y terminó apenas 17 días después, con la victoria de Uruguay sobre Argentina por 4 a 2. Es que participaron solo 13 seleccionados nacionales, especialmente invitados por la FIFA.

Estadio Centenario 1930

Estadio Centenario 1930.

Hoy sabemos que el fútbol es una pasión global, pero a ese primer partido mundialista entre Francia y México asistieron apenas 1.000 personas. De todos modos, superaron a las 300 de Rumania-Perú, en ese mismo certamen, el record de menor asistencia a un partido mundialista.

Al ser invitados los países participantes (es decir, no atravesar una ardua clasificación, como ocurre actualmente), el sorteo del fixture se realizó recién en Montevideo, tras asegurarse de que efectivamente habían llegado al Río de la Plata.

De hecho, los cuatro países europeos participantes (Francia, Rumania, Bélgica y Yugoslavia) llegaron en el mismo barco, el “Conte Verde”, en el que además venían árbitro, dirigentes y periodistas. Incluso hubo un “mix” de profesiones: el árbitro belga Jan Langenus además viajó como corresponsal del diario alemán “Kicker”.

Inglaterra no participó, en protesta a que el Mundial se realice en otro país, al señalar que habían sido ellos los inventores del fútbol. Se estimó que, de haberlo jugado, seguramente hubieran sido los ganadores.

Los jugadores del seleccionado rumano fueron elegidos en forma personal por el rey Carol II. Lo que dice, un caso de monarquía absoluta futbolera.

El equipo charra

El equipo charrúa.

En la final, en lugar de haber un show musical previo en la cancha, lo que hubo fue uno “personalizado”, ya que el mismísimo Carlos Gardel actuó tanto en la concentración argentina como en la uruguaya. Como para mantener viva la polémica sobre su nacionalidad.

Cada Mundial presenta un nuevo tipo de pelota, que tiende a ser más liviana y súper sofisticada. En este caso, se trató de una fabricada de tiento, con cascos rectangulares y cosidos por fuera. En rigor, no había un modelo oficial, sino que cada país llevaba los suyos. Pero era tan dura que algunos defensores usaban boina para protegerse al cabecear.

Mientras ahora se postulan 4 países (y el de 2026 tendrá como anfitriones a Canadá-Estados Unidos-México), aquel de 1930 se jugó en una sola sede, en tres estadios distintos. El Centenario fue construido en un año, tiempo récord para la época. Con sorna, se dice que no tuvo más obras desde ese entonces.

Tanto Estados Unidos como Rumanía jugaron con jugadores escoceses, ya que la Selección Escocesa declinó su participación, al igual que Inglaterra.

En la recordada final entre argentinos y uruguayos, en la que los celestes dieron vuelta el marcador, el gol definitorio lo marcó Héctor Castro, jugador que era manco.

 

FUENTE:TELAM/Por Christian Camblor