Rostro descansado y la naturalidad como objetivo:Toxina botulínica y rellenos se afianzan como líderes en armonización facial

Rostro descansado y la naturalidad como objetivo:

Toxina botulínica y rellenos se afianzan como líderes en armonización facial

28 octubre, 2019 Desactivado Por Viviana Peña Balladares

Continúan en los puestos uno y dos del top 5 de los tratamientos no invasivos más demandados y los especialistas aseguran que “bien utilizados permiten lograr resultados naturales y conservar los rasgos de cada paciente”. Cansancio, enojo, flacidez y tristeza, los factores negativos que más rápidamente se reflejan en el rostro.

Los tratamientos estéticos mínimamente invasivos están en auge gracias a sus resultados efectivos y a que no tienen tiempo de recuperación. No requieren quirófano, y son además preventivos por lo que cada vez más personas se atreven a dar el salto hacia este tipo de medicina. Los rellenos dérmicos de ácido hialurónico se convirtieron en el tratamiento preferido para conseguir reposicionar pómulos, reducir arrugas o dar devolver el volumen a los labios, entre otras muchas bondades.

Según el último informe de la American Society Aesthetics Plastic Surgery (ASAPS) 2018, junto con el uso de toxina botulínica continúan siendo los tratamientos uno y dos en el top 5 de los tratamientos no invasivos más demandados.

Hoy la naturalidad “manda” y es en este sentido que el referente en estética Mauricio De Maio desarrolló los MD Codes o Códigos Médicos, que son una revolución en la medicina estética ya que permiten establecer una serie de pautas fijas para realizar la aplicación de rellenos de ácido hialurónico con un resultado “natural y sofisticado”.

Los rellenos de ácido hialurónico bien utilizados permiten lograr la armonización facial, resultados naturales conservando los rasgos de cada paciente. Hoy se busca naturalidad y armonía en el rostro”. Para el médico cirujano plástico Fernando Felice, embajador de los MD Codes y formador de médicos en toda Latinoamérica, “la nueva técnica se basa en la aplicación ácido hialurónico sólo en unos ‘códigos’ o puntos específicos del rostro, para conseguir resultados más naturales en los pacientes”.

El secreto de la naturalidad

La nueva técnica se basa en la aplicación ácido hialurónico sólo en unos 'códigos' o puntos específicos del rostro (Shutterstock)

La nueva técnica se basa en la aplicación ácido hialurónico sólo en unos ‘códigos’ o puntos específicos del rostro (Shutterstock)

Los nuevos códigos son una revolución en la medicina estética ya que permiten establecer una serie de pautas fijas para realizar este tipo de tratamientos. “Antes la aplicación de rellenos era intuitiva, veíamos los surcos o las líneas y se trataba dónde estaba el problema, pero esa era la punta del iceberg. Los códigos son guías, direcciones específicas de cómo alcanzar el mejor resultado”, explicó Felice, quien resaltó que “hoy se busca que el resultado de la armonización facial sea natural y sofisticado; nadie tiene que darse cuenta que un paciente es tratado, todos deben verlo con naturalidad”.

En base a estas guidelines se logró normalizar el uso de los rellenos dérmicos de ácido hialurónico, cuya clave, está en que “se nota que la persona está mejor, pero no se sabe por qué, ese es el secreto”, subrayó el especialista, quien destacó que “es muy importante comprender la dinámica del rostro cuando se expresa y tener muy en cuenta este aspecto a la hora de tratarlo”.

Las emociones y el envejecimiento

Para De Maio, “el envejecimiento es una secuencia de eventos, una colección de mensajes negativos en la cara. El cansancio, el enojo, la flacidez y la tristeza son los cuatro factores negativos que más rápidamente se reflejan en el rostro”. Por eso, los nuevos MD Codes se dirigen a conocer las motivaciones emocionales que llevan a los pacientes a realizarse un tratamiento facial.

Rellenar sólo arrugas o voluminizar rostros ya no es el objetivo, sino que el médico debe reconocer aquellas zonas de la cara que están directamente conectadas con las emociones, y trabajarlas -señaló De Maio-. No vamos a tratar el alma de los pacientes, pero sí las consecuencias físicas de sus problemas emocionales. No te vas a sentir mejor, pero te vas a ver mejor”.

Con este nuevo enfoque también se enseña a descifrar los signos de la edad con años de antelación (mirando fotos de los padres, estudiando los efectos de los gestos en sus rostros, etc) para que los especialistas puedan prevenirlos. “Ya no se trata de rellenar surcos como hace unos años, ahora estudiamos cómo y por qué se origina el defecto que queremos corregir y lo tratamos de una manera mucho más anatómica y por lo tanto más natural que en el pasado”, subrayó en tanto Felice.

Y agregó: “El mejor ejemplo es el ‘código de barras’. Es muy fácil de retrasar y muy difícil de borrar cuando ya está grabado. La mejor forma de saber si va a aparecer con el paso del tiempo es hacer el gesto de besar. Si se ‘frunce’ la boca y se ven dos arrugas, es señal de que con el tiempo aparecerán cuatro; cuando son cuatro, serán ocho; y si se ven ocho se convertirán en 16. Si tratamos el área a tiempo con ácido hialurónico cuando hay sólo dos arrugas, el paciente tardará mucho más en tener cuatro, y así sucesivamente”.

Las zonas más delicadas

Ya no se trata de rellenar surcos como hace unos años, ahora se estudia cómo y por qué se origina el defecto que se quiere corregir (Shutterstock)

Ya no se trata de rellenar surcos como hace unos años, ahora se estudia cómo y por qué se origina el defecto que se quiere corregir (Shutterstock)

Felice explicó que, realizando correctamente el tratamiento, todas las zonas del rostro deberían quedar igual de naturales. “No debería haber diferencias, no por ser los labios se va a notar más. Cuando se aplica mediante los códigos y con un producto adecuado, el resultado debería ser que la gente note que la persona está mejor, más descansada, pero que no note que se hizo algo. Sin embargo, y a pesar de que se pueden inyectar rellenos dérmicos de ácido hialurónico en todo el rostro excepto los párpados (aunque sí en las ojeras), hay áreas que requieren un profesional altamente entrenado y con experiencia”.

Asimismo, además de la técnica, para De Maio y Felice, hay tres factores que son imprescindibles a la hora de alcanzar la naturalidad: el médico, el producto y el paciente.

El primero es algo a tener muy en cuenta a la hora de hacerse un tratamiento de estas características. Es esencial encontrar al experto que esté especializado en lo que se busca: “La medicina estética es muy amplia, hay rellenos, toxina botulínica, equipamiento médico, peelings, hilos, pero eso no significa que todos manejen todo. Tenemos que encontrar a un profesional especializado, ya que tendrá una tasa de éxito mayor”.

La recomendación de una conocida puede ser clave, pero también es importante hacer todas las preguntas relevantes a la persona a la que se acuda. “La primera pregunta sería si ya trató a alguien como tú. Después, le preguntaría con qué área del rostro tiene más experiencia, cuántos casos ha realizado, cuáles son los problemas o complicaciones posibles, si usará un producto que es reabsorbible y cuál”, recomendó De Maio.

Asimismo, es importante ver algún ejemplo de sus trabajos anteriores, ya que, como indica el especialista, es esencial que el médico elegido tenga buen gusto estético. “Deben tener una percepción de la armonía, el equilibrio y la belleza”, coincidieron los expertos.

Para el final, De Maio y Felice destacaron que “una de las cosas más preocupantes es el hecho de que a menudo los pacientes se guían por el precio u ofertas para escoger al especialista, y no tienen en cuenta todo lo anterior”. “Es necesario preguntar con qué tipo de producto trabaja y cuáles son sus características. Además, no hay que ser muy inmediatista, tal vez una visita para preguntar y luego analizarlo antes de tomar la decisión”.

 

FUENTE INFOABE