Alberto Fernández anunciará la reforma judicial mañana jueves 29 de julio, por la tarde. El presidente convocó a un consejo asesor de once expertos, a quienes les encomendará el diseño de propuestas para modificar la estructura de la Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura, la implementación del sistema acusatorio para el sistema penal y el juicio por jurados a nivel nacional. La iniciativa será enviada al Congreso y el Consejo tendrá un plazo de tres meses para presentar las propuestas.

El consejo de asesores estará compuesto por el penalista Carlos Beraldi, abogado de Cristina Fernández de Kirchner, así como también la jueza Inés Weinberg de Roca, quien había sido propuesta por Mauricio Macri como procuradora general. Además, convocaron al profesor en derecho penal Enrique Bacigalupo, los constitucionalistas Andrés Gil Domínguez y Gustavo Ferreyra; el penalista y exministro León Arslanian, la jurista Marisa Herrera, especializada en Derecho de familia; y las juezas Hilda Kogan, de la Corte Bonaerense, Claudia Sbar, de la Corte de Tucumán, María del Carmen Battaini, del Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, y el juez de la Corte de Mendoza, Omar Palermo.

Por su parte, el ex juez Carlos Rozanski pidió modificar “el sistema de selección” de jueces y juezas, ya que “es el que garantiza que se mantenga una ideología conservadora, reaccionaria de los integrantes del Poder Judicial. Es una justicia aristocrática, de clase”, afirmó. Rozanski consideró que los integrantes del Consejo de la Magistratura y los magistrados deberían ser elegidos por el voto popular: “Tendría sus ventajas porque permite una exposición pública de ese juez, no es ese procedimiento secreto”, destacó.

A su vez, quien también hizo declaraciones fue el senador nacional Oscar Parrilli sostuvo que se necesita una reforma judicial para garantizar que «los fallos de los jueces estén inspirados en la Constitución, en la ley y en las pruebas que tengan» y para terminar con lo que el presidente Alberto Fernández denominó «los sótanos de la democracia». Remarcó que «los sótanos de la democracia son esta connivencia que existía entre los organismos de inteligencia, medios de comunicación, algunos jueces y fiscales, funcionarios del Poder Ejecutivo, que habían establecido todo un sistema de espionaje político».