Exposición en el Museo del Cabildo“San Martín y el enigma de su rostro” o cómo recorrer los 72 años de vida del prócer
10 febrero, 2023
A partir de la única imagen verdadera del Padre de la Patria -un daguerrotipo realizado en 1848, al que se sumó una intensa investigación histórica-, el artista Ramiro Ghigliazza reconstruyó las facciones de San Martín, casi desde que nació en Yapeyú, hace 245 años. El resultado es una muestra interactiva que hasta fines de abril estará en el Museo del Cabildo porteño.
Padre nuestro que estás en ese daguerrotipo de 12 por 10 centímetros…
Montado en un marco oval de madera oscura con virola dorada y cubierto por un vidrio, es la única imagen real que se conserva del General Don José Francisco de San Martín y Matorras. El resto son retratos que pocas veces se aproximaron a la verdadera fisonomía del Padre de la Patria.
A pocas semanas de cumplir sus 70 años y por insistencia de su hija Merceditas, en 1848 el prócer accedió a viajar desde su casa en Boulogne-sur-mer hacia París -no menos de 250 kilómetros- para posar ante un daguerrotipista. Lo hizo para dos tomas, pero el resultado de una de ellas se extravió.
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San Martín se ubicó de costado, con un brazo sobre una silla y el otro –el derecho, porque la imagen fue espejada y el que aparece en el daguerrotipo sobre la silla es el derecho- dentro de la chaqueta, al estilo Napoleón. En realidad, esa postura era la más cómoda para permanecer sin moverse ni pestañear siquiera casi un minuto para obtener la perfecta definición del daguerrotipo. Ese minuto, sin embargo, era mucho mejor que los diez que debían soportar quienes se atrevían a posar en los primeros tiempos del daguerrotipo.
Esa única imagen que actualmente se exhibe en el Museo Histórico Nacional, en Parque Lezama, es la semilla que germinó “San Martín: la reconstrucción y el enigma de su rostro”, una muestra con todas las caras del Padre de la Patria, desde que nació hasta sus últimos días, basada en un estudio histórico y antropométrico que realizó el artista gráfico bonaerense Ramiro Ghigliazza. Hasta fines de abril se puede visitar en el Museo Histórico Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo -Bolívar e Hipólito Yrigoyen, CABA- que dirige el historiador Horacio Mosquera.
El prócer y algunas curiosidades de su vida
➤ El general José de San Martín vivió sólo 17 de sus 72 años en América y de esos años sólo 11 en su vida adulta.
➤ Nació el 25 de febrero de 1778 y los primeros siete años los pasó en su provincia de Corrientes. Y luego, hasta los 34, donde se formó como militar, estuvo en España.
➤ El 9 de Marzo de 1812, a bordo de la fragata “George Canning”, el Teniente Coronel de Caballería José Francisco de San Martín arribó a Buenos Aires para ponerse a disposición del gobierno patrio.
➤ Entre sus rasgos físicos más característicos sobresalían la forma de su nariz -aguileña-, una marca a la altura del entrecejo y una cicatriz en la mejilla izquierda debido a una herida que habría recibido en el bautismo de fuego americano, en la Batalla de San Lorenzo.
➤ Era un hombre muy alto para su época -1.80 m-, piel trigueña y cabello negro, lacio y abundante que gustaba usar corto.
➤ El bigote que luce en el daguerrotipo de 1848 recién lo adoptó en los últimos tres años de su vida.
Un detective de la historia
“Soy un artista en reconstrucción fotográfica”, se define Ramiro Ghigliazza, el creador de la muestra.
Nacido en 1975 en Morón, criado en General Pico, La Pampa, egresado de la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad de Palermo, y ahora radicado en Villa General Belgrano -Córdoba-, Ghigliazza siempre admiró al general San Martín: “Es símbolo de austeridad, sobriedad y honestidad. Un ser humano con defectos y virtudes pero con una figura paternal y sin ambiciones personales que prefirió dar un paso al costado para no involucrarse en peleas internas”, define.
Ghigliazza cuenta que cuando veía la foto de una persona mayor solía preguntarse cómo habría sido su vida, cuál habría sido la evolución de físico. Y al ver el famoso daguerrotipo de San Martín surgió la idea de la muestra.
Todos los retratos reconstruidos que se aprecian en el Museo del Cabildo fueron hechos usando Photoshop, sin intevención de otros programas, pero fundamentalmente gracias a un arduo trabajo que incluyó innumerables visitas a museos y el aporte de historiadores como Roberto Colimodio, Eduardo Mundani, Felipe Pigna y Marcelo Calabria.
“De San Martín hay muchos retratos, muchos rostros, pero al mirarlos en detalle parecen de personas distintas. Hasta caricaturescos y con poco rigor histórico. Por ejemplo, durante la campaña de la independencia San Martín tenía el pelo corto y peinado hacia la izquierda, como se usaba en entonces y por lógicos cuidados de higiene. Sin embargo solían representarlo con el pelo abultado y largo. Capítulo aparte es el bigote: sólo lo lució en sus últimos años. En 1843, a sus 65 años, todavía no lo usaba», relata Ghigliazza.
Cuando Alberdi conoció a San Martín (sin bigote)
En el capítulo «Una visita a San Martín», de su «Diario de un viaje a Europa», Juan Bautista Alberdi relató su encuentro con el Padre de la Patria, ocurrido a principios de septiembre de 1843.
«Yo le esperaba más alto, y no es sino un poco más alto que los hombres de mediana estatura. Yo le creía un indio, como tantas veces me lo habían pintado, y no es más que un hombre de color moreno, de los temperamentos biliosos. Yo le suponía grueso, y, sin embargo de que lo está más que cuando hacía la guerra en América, me ha parecido más bien delgado; yo creía que su aspecto y porte debían tener algo de grave y solemne, pero le hallé vivo y fácil en sus ademanes, y su marcha, aunque grave, desnuda de todo viso de afectación. Me llamó la atención el metal de su voz, notablemente gruesa y varonil. Habla sin la menor afectación, con toda la llanura de un hombre común.
Su bonita y bien proporcionada cabeza, que no es grande, conserva todos sus cabellos, blancos hoy casi totalmente; no usa patilla ni bigote, a pesar que hoy lo llevan por moda hasta los más pacíficos ancianos. Su frente, que no anuncia un gran pensador, promete, sin embargo, una inteligencia clara y despejada, un espíritu deliberado y audaz. Sus grandes cejas negras suben hacia el medio de la frente cada vez que se abren sus ojos, llenos aun del fuego de la juventud. La nariz es larga y aguileña; la boca pequeña ricamente dentada, es graciosa cuando sonríe; la barba es aguda».
«Los retratos de la infancia que están en la muestra, obviamente son más subjetivos, más allá de que se respetan los rasgos principales, como el color de piel, su altura y la nariz», admite Ghigliazza. «Incluso también reconstruimos su voz basándonos en testimonios que indican que era grave, con acento andaluz (a veces se comía las S y otras las pronunciaba de más) y tenía un hablar pausado y cadencioso”.
Aunque “San Martín: la reconstrucción y el enigma de su rostro” ya había pasado por Paraná, Rosario y Mendoza, el gran momento fue en septiembre, en la presentación en Boulougne-sur-mer, el puerto francés donde pasó sus últimos el prócer. Ghigliazza estuvo allí en el marco de las Jornadas de Patrimonio Europeo.
Después del Museo del Cabildo, anticipa el diseñador, la muestra irá a San Juan y tal vez a Tecnópolis. “Es una exposición atractiva para las nuevas generaciones, conjuga tecnología con la historia”, sintetiza.
San Martín, siempre vivo
Para Horacio Mosquera, director del Museo Histórico Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo, la muestra “San Martín: la reconstrucción y el enigma de su rostro” es un recorrido que permite ver nuestro pasado, que siempre está vivo. “Además, el Museo incorpora a esta exposición elementos de su patrimonio que convivieron con San Martín, en tiempo o espacio. En definitiva, es un encuentro con una figura que brindó su vida por la causa de nuestra patria”.
Después de recordar que en Colombia se hizo una exposición similar sobre Bolívar, Mosquera señala que esta muestra tiene el mérito de sumar un gran valor histórico, sin la idealización del personaje. “Con el verdadero color de piel y su nariz aguileña, que se aprecia en algunos retratos de su época en el ejército español”, relata Mosquera, quien acota que desde su inauguración, a fines de enero, la muestra se vio colmada con la visita de miles de turistas y contingentes escolares. Precisamente los chicos y chicas en edad escolar gozan de un recorrido exclusivo y luego, un taller de dibujo alusivo.
Una oportunidad única de conocer los rostros del Padre de la Patria, de miércoles a domingos, de 10.30 a 18 horas, en el mítico Cabildo que tanto tiene que ver con nuestro nacimiento como país libre e independiente por el que San Martín tanto luchó.
FUENTE:TELAM/Por Gabriel Esteban González