Un fuerte revés judicial tuvo el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta. En los tribunales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se hizo lugar a un amparo y se declaró ilegal la construcción en altura del edificio Astor, en la esquina de avenida Caseros y Bolívar, en el barrio de San Telmo.

Pablo Mántaras es el nombre del juez que dio lugar a la presentación hecha por distintas ONG, entre otras la denominada “Basta de demoler”. Mántaras es titular del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N° 3 de los tribunales porteños. Además de “Basta de demoler”, las otras dos ONGs que hicieron la presentación son la Asociación Vecinal Casco Histórico Protege y el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC).

En la resolución, el juez consideró que las autorizaciones de obra violaron el Código de Planeamiento Urbano al autorizar una construcción que excede los límites de altura establecidos por la ley. En ese sentido, dispuso la paralización de las obras que excedan la altura máxima de 22 metros sobre la calle Caseros, y los 13 metros sobre Bolívar, y ordenó «la reformulación del proyecto edilicio para la obtención de un nuevo permiso de obra, de conformidad con la normativa urbanística vigente».

Desde las entidades que hicieron la presentación consideraron como sumamente positivo el fallo, destacando que la resolución del juez admite como máxima altura lo que desde la comunidad se había solicitado.

El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta había autorizado construir un edificio de 29,3 metros de altura, en un predio que una superficie de 6.334 metros cuadrados y abarca más de la mitad de la manzana. La altura en cuestión excede lo autorizado actualmente por el Código de Planeamiento de CABA.

La situación de litigio no es nueva. Ya en septiembre de 2018 el juez  Mántaras dictó una medida cautelar y frenó la construcción por encima de la altura fijada por el Código de Planeamiento.

Para buscar justificar la violación de la norma vigente, se buscó la “trampa” de los retiros en todo el frente del edificio sobre la calle Bolívar y retiros en los últimos pisos tanto sobre la avenida Caseros como sobre la calle Bolívar. Esto se trata de un  mecanismo conocido en la jerga de la construcción como “compensación volumétrica”. Con esta excusa se logró avanzar con los permisos municipales, pese a que en la zona de San Telmo, los retiros están prohibidos.

En campaña electoral, Horacio Rodríguez Larreta habló repetidamente de la necesidad de apostar a la recuperación del casco histórico porteño. Más allá de las palabras, están los hechos. Y en la realidad, el negocio inmobiliario se impone sobre la preservación histórica. En este caso puntual de la construcción de la esquina de Caseros y Bolívar, al menos por ahora, la justicia dijo NO.