Atento las especiales circunstancias por las cuales toda la humanidad está atravesando, me permito señalar algo que, para nuestro país es sumamente importante: “ La realización de las próximas elecciones de medio término del año próximo”, mediante las cuales se renovaran legisladores nacionales, provinciales y representantes municipales.
Seguramente el lector podrá, con una apariencia de razonabilidad , señalar que esta es una cuestión que bien puede dejarse para más adelante, para el año venidero, toda vez dichos comicios se realizarán en el mes de octubre, luego de las primarias abiertas simultaneas y obligatorias (PASO)del mes de agosto.
A poco de ver advertiremos que ello no es exactamente así, toda vez que deben sancionarse leyes que reformen las actuales para adaptarlas a las cuestiones de higiene que deberá tenerse en cuenta, sea cual sea, el desarrollo de la pandemia que el Corona Virus ha instalado en todo el planeta, entre muchas otras cuestiones
También deberán adecuarse disposiciones administrativas y de funcionamiento para garantizar la higiene y salud de todo del personal que está afectado a dichas tareas :trabajadores de los organismos electorales y administrativos, fuerzas de seguridad, empresa de correos, docentes, ahora profesionales de la salud, etc., así como también de las autoridades de las mesas encargadas de receptar y contabilizar, originariamente, los sufragios, fiscales de las agrupaciones políticas e indudablemente de los más de 44 millones de ciudadanos y residentes extranjeros que participarán en dicha elección.
Es dable señalar que las elecciones, prácticamente, comienzan con tareas preparatorias muchos meses antes del comienzo del propio cronograma electoral. De ahí que resulta imperioso comenzar a debatir, especialmente entre los expertos en salud y entre los que tienen experiencia en la materia comicial cuales habrán de ser los cuidados y medidas que deberán adoptarse para garantizar, no sólo la salud de todos aquellos que directa o indirectamente, participan en las elecciones sino fundamentalmente teniendo en mira que, dichas disposiciones sanitarias no alteren , vulneren o morigeren del derecho electoral a una libre participación ciudadana con pie en el derecho constitucional de elegir y ser elegido
En tal sentido me propongo realizar una serie de notas tendiente a hacer un pequeño aporte a la propuesta de éstas líneas que ocupen en forma enunciativa las tareas que deberán tenerse en cuenta., a saber:
1) Creación de un Comité de Seguimiento que vincule permanentemente a las autoridades administrativas, electorales y de la salud tanto de la Nación como de todas las Provincias, determinando tareas y responsabilidades. 2) Adecuación de los locales de votación, y de los edificios en donde funcionen los organismos electorales y de aquellos en los cuales deben realizarse el escrutinio. 3) Capacitación ciudadana, de las áreas y personas que intervienen en todo el proceso.
4) Preparación de todo el material que habrá de usarse en las elecciones, su traslado, y utilización preservando en todo momento protocolos estrictos de seguridad e higiene. 5) Diseño de protocolos tanto para las campañas electorales como de la propia jornada electoral 6) Pautas para el conteo y trasmisión de datos del conteo provisorio como del escrutinio de la elección.
No es ajeno a este debate y consideraciones la decisión de mantener – o no – el actual sistema de selección de candidatos a cargos públicos electivos.
La eventual incorporación de las denominadas nuevas tecnologías, con el debido celo y cuidado de garantizar con total y absoluta certeza la seguridad que las mismas deben otorgar.
En el caso de la Provincia de Buenos Aires, evaluar la posibilidad de una modernización del vigente Estatuto de los Partidos Políticos (sancionado por la última dictadura cívico militar ).
En estos tres últimos casos adecuando sus normas y procedimientos al actual cuadro sanitario y las posibles incidencias que podrán producirse en el futuro (se mantenga, incremente o disminuyan los efectos de la pandemia )
Todo ello, conforme lo dicho al principio, requerirá un minucioso análisis de todo el proceso, pre y post electoral, pero teniendo en cuenta la etapa de pandemia o post pandemia y sanción de las normas legales o administrativas pertinentes, previsiones presupuestarias, logística, etc.
Y para toda esta ardua tarea, según mi humilde opinión luego de décadas de tareas atingentes a los procesos electorales desarrollados en nuestro país y una agregada a los procesos comiciales de otros, es que entiendo que estas previsiones no pueden dilatarse por mucho más tiempo.

EMILIO AUGUSTO RAFFO
Experto en Legislación Electoral