El escándalo por los millones que la empresa de agua y saneamiento de la nación AYSA destinaba al Club Atlético Boca Juniors, amenaza con seguir generando ruido. Esto, más allá de la evidente decisión de algunos medios periodísticos de gran peso e influencia, de no dar mayor cobertura a lo descubierto por la gestión de Malena Galmarini.

Las declaraciones hechas por Sergio Massa –esposo de la funcionaria designada por Alberto Fernández al frente de AYSA- instalaron el tema. En redes sociales la indignación es creciente. Luego de perder las elecciones primarias de agosto, el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri firmó a través de AYSA el millonario convenio con el club xeneize en ese momento presidido por el macrista Daniel Angelici.

Las sospechas son fundadas, e indican que el millonario desvío de dinero tenía por objetivo “complacer” a medios y periodistas partidarios, en el marco del inicio en ese momento (agosto de 2019) de la campaña política con vistas a las elecciones presidenciales en Boca. Los comicios tuvieron lugar en diciembre y marcaron la derrota del macrismo, también en la entidad azul y oro. El resultado electoral fue desfavorable al macrismo, a pesar de la notoria campaña proselitista que se dio en la mayoría de los medios partidarios y aun incluso en el caso de medios radiales y televisivos en los que periodistas deportivos (o ex) «jugaron» de forma clara en favor del candidato designado por la dupla Macri/Angelici.

El escándalo salió a la luz cuando la nueva conducción de la empresa estatal, encabezada por Malena Galmarini, prohibió que se efectuaran los pagos millonarios. Tuvo difusión mediática una factura del club por unos dos millones de pesos, justificados en concepto de “Contrato de sponsoreo”.

El funcionario que Macri tenía designado al frente de AYSA era José Luis Inglese. El “sponsoreo” al que se aludía en rigor era la invitación de periodistas a concurrir a la cancha.

Algunos medios y/o periodistas deportivos –que se sospecha hicieron uso y beneficio de esta situación- intentaron en las últimas horas desacreditar o minimizar el escándalo, argumentando que se trataba de un hecho de “protocolo”, y que es común en las empresas, sin señalar que en este caso no se trata de una empresa privada o una multinacional: todo lo contrario, se trata de una empresa del estado, que tiene por función extender el servicio de agua en el Conurbano, obras que eran demoradas o no programadas mientras en paralelo se gastaba plata invitando periodistas a la cancha bajo el nombre de un programa que se llamaba Experiencia Boca.

El presidente de la Cámara de Diputados de la nación Sergio Massa habló del tema. Cuestionó “una que se tendría que dedicar a poner caños de agua para la gente que no tiene agua, dar un buen servicio de agua y cloacas, le pagaban tres millones, doscientos mil pesos por mes al club Boca Juniors, para invitar periodistas a la cancha de Boca”.

La actual realidad de AYSA es deplorable. La empresa tiene una deuda de 14 mil millones de pesos.