Nota de opiniónPandemia: Todos somos responsables
6 mayo, 2020
Una de las cosas que más hacemos durante la cuarentena son planes. ¿Qué pasará después? ¿Cómo trabajarán las empresas cuando la pandemia termine?. El día después de la cuarentena probablemente no será como lo imaginamos. La lucha contra la COVID-19 es una carrera de fondo, por lo que nuestra supervivencia depende de nuestra capacidad de adaptación.
Hemos visto desde el inicio de la pandemia provocada por el Corona Virus las diversas recomendaciones dadas, no sólo en nuestro país, sino las diversas modalidades, éxitos y fracasos, que se produjeron en el resto del planeta. Incluso recomendaciones que, luego fueron dejadas sin efecto, morigeradas o ampliadas, etc, según el avance de este mal endémico.
Por ejemplo, el remanido tema de los barbijos (hoy resumidos a tapa boca-nariz), originariamente desaconsejados y que hoy en nuestro país, se han tornado obligatorios. Pero mucho se ha dicho y escrito, incluso hasta las derivaciones producidas por decisiones judiciales respecto a reclusos, condenados o simplemente procesados y privados de su libertad. Pero no nos vamos adentrar ahora a cuestiones que deben dejarse en manos de los verdaderos expertos en la materia, y en el caso, a los magistrados de las causas.
Veamos, cosas simples, en una de las primeras conferencias de Prensa del Presidente, luego de una extensa y minuciosa exposición, un periodista de un antiguo medio argentino, como quién pregunta acerca del descubrimiento de la pólvora, le requirió al Presidente se explayara acerca de la posibilidad de “salir a correr”.
Este y otros temas han sido motivo de innumerables comentarios, reclamos, y hasta sanciones en diversas jurisdicciones por personas que han violado las disposiciones vigentes. No se nos escapa el sacrificio que, para todos importa el cumplimiento del aislamiento, tanto para personas que viven solos, como para aquellos que viven acompañados, con hijos, nietos, pequeños, adolescentes etc.
Veamos, en España, región castigada por cierto. Aventuró el inicio de la salida de niños luego de 43 días de encierro. Hemos visto fotografías que ponen en evidencia un error o falta de reacción adecuada, por parte de los españoles. Plazas llenas de gente, mayores y niños, sin protección hacinados y poniéndose en riesgo de contagio. El resultado fue que se triplicaron los contagios en pocos días (de 363 a 981). Se tuvo en cuenta, ciertas recomendaciones psicológicas, antes que el consejo de los epidemiólogos.
Por supuesto, entre nosotros, no ha faltado la opinión de algún irresponsable alentando a que le gente saliese a la calle sin ningún tipo de cuidado alegando “ que eso es el riesgo de vivir”, afortunadamente gran parte de la sociedad argentina responsable y acertadamente, ha hecho oídos sordos a tan imbécil propuesta.
No es menos cierto que incluso muchos medios de difusión han llenado sus espacios con este tipo de dislates. Ya nos hemos referido en nuestra nota “ La Infodemia como un agravante”, con una suerte de llamado a la responsabilidad para transmitir las informaciones (de la cual carecen muchos periodistas y opinologos) .
Como dijimos al principio, en muchos países, las principales potencias, y del Primer
Mundo y hasta la propia Organización Mundial de la Salud, han ido variando sus recomendaciones.
Por nuestra parte, y aún en la posibilidad de explorar esta suerte de flexibilización de las medidas de aislamiento , permítannos nuestro consejo QUEDENSE EN CASA, hasta que tengamos certeza que, real e incontrastablemente, el peligro ha cesado. Nuestros seres queridos, hijos, padres, nietos y amigos, seguramente en algún momentos se los agradecerán.