Según un trabajo de la entidad, a través de su delegación bonaerense, el empleo generado por el sector en la provincia de Buenos Aires cayó un 25% lo que representa a unos 40.000 trabajadores cuya continuidad laboral está suspendida por el aislamiento.
A esto se suma la caída generada en la actividad de proveedores de materiales, servicios y actividades conexas, donde por el impacto multiplicador de sector, cada empleo directo genera cuatro empleos indirectos.
La Cámara consideró que la actividad de este sector es «una forma rápida y segura para dinamizar el trabajo y reactivar la economía a medida que se vayan flexibilizando las medidas de aislamiento social» dispuestas por el Gobierno para contener la situación sanitaria generada a partir de coronavirus.
«La capacidad de la construcción para ocupar mano de obra de manera inmediata es muy alta», aseguró la entidad al señalar que el relevamiento realizado por la cámara, si se reactivan las obras paradas solo en la provincia de Buenos Aires, se podrían generar alrededor de 10.000 puestos de trabajo en los próximos días.
Para ello, la construcción consideró «necesario que el gobierno provincial comience a cancelar las deudas que mantiene con el sector que ascienden a más de $ 5.000 millones de pesos y que han sumido a las empresas en una situación de emergencia».
En ese sentido, aseguraron que los trabajadores y a los proveedores de insumos y servicios que integran la cadena de valor de la industria, están «preparados y expectantes para retomar la construcción de las obras», aunque advirtió que «esto no será posible si las empresas constructoras están quebradas».
Para minimizar los riesgos de contagio del Covid-19 la Cámara Argentina de la Construcción en conjunto con la Unión Obrera de la Construcción desarrollaron protocolos de trabajo en obras que permitirán extremar los cuidados para evitar la propagación del virus.