Turismo Asiático y mas....De China a la Argentina.

Turismo Asiático y mas....

De China a la Argentina.

4 junio, 2020 Desactivado Por Viviana Peña Balladares

 

 

Ese registro de la actividad en China indica que pasaron unas 12 semanas hasta que se «empezó a ver la luz», apunta Arturo García Rosa, presidente de Sahic. El movimiento cayó a casi cero durante cuatro semanas; en la quinta levantó apenas 3% y hoy está al 30%. Sobre esa configuración, estima que en la Argentina primero habrá un lento despegue doméstico «con algún cruce regional a Uruguay o Chile, donde la situación está bastante controlada», seguido por los viajes de negocios (sin convenciones ni ningún tipo de reuniones masivas). García Rosa indica que las líneas aéreas están haciendo planificaciones sobre ese esquema. «Todo lo que es ocio y placer vendrá en una etapa posterior, incluso después de las convenciones», agrega.En 2019, según cifras provisorias, 170 millones de chinos hicieron turismo: «El crecimiento es extraordinario, es el eje del movimiento mundial. En el año nuevo hay 700 millones de personas viajando adentro y afuera; eso es parte del nuevo consumo que apunta al lujo, a la moda. El 1º de enero la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, decretó la cuarentena de 60 millones de personas, pero en el resto del mundo no se le dio la trascendencia que eso implicaba. Ya en diciembre habían empezado los contagios a causa de los viajes. Ahora está esa sensación de ‘fin del mundo'», dice Diego Guelar, ex embajador de la Argentina en China. Para Guelar, el factor tiempo es la clave, y si el virus se extiende durante unos cuatro meses como pareciera marcar la experiencia china, «el efecto ‘instinto de conservación’ hará que en cada región del mundo todo vuelva. Más que todo va a cambiar, por la condición humana, creo que todo va a volver como ocurrió otras veces después de guerras y pandemias. Volverán los viajes, los chinos y el consumo».

En la Argentina, quienes están en actividades involucradas de manera directa están muy preocupados, porque entienden que hay empresas que sin «la ayuda directa» del Estado no podrán volver a operar. En el sector hay muchas pymes que no tienen espaldas financieras para soportar el freno. El presidente de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías, entiende que el regreso de los viajes será «completamente diferente» y que los cambios se vincularán con el temor de la gente.»El mejor panorama es que haya una vacuna, como pasa con la fiebre amarilla. El proceso será muy lento, con incidencia notable en segmentos como el de la tercera edad, que fue ganando volumen con el tiempo. Incluso es probable que en los viajes de negocios se haya percibido que los encuentros se pueden resolver de manera virtual y, entonces, por costos, se retraigan», dice Elías.

Graciela Fresno, titular de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), coincide en que habrá una demora «importante» en la normalización, sobre todo en el turismo internacional: «Se analizará más a dónde ir, se elegirán lugares seguros, se evitarán aglomeraciones. La hotelería se adaptará a esas modificaciones, aunque es muy probable que en el país haya establecimientos que no seguirán». La federación tiene 15.000 asociados y la mayoría son pymes y empresas familiares.Los referentes locales insisten en que habrá que pensar cambios en el modelo impositivo. Elías señala que quedaron claros los obstáculos que representa la alta informalidad a la hora de tomar medidas. «El país estaba fundido desde hace mucho, porque no hay ecuación que tolere 40% de informalidad -agrega-. Hay que replantear el escenario y la competencia desleal debe desaparecer. Es hora de valorar lo que es consumir lo que está dentro de la ley».Los servicios turísticos online como Despegar también se preparan para la nueva  etapa. Mariano Rocatti, gerente general para la Argentina y Uruguay, dice que nunca estuvieron en una situación así: la facturación local llegó a cero, y el sector ya venía con una fuerte caída, según datos de la Federación Argentina de Empresas de Viajes .Rocatti comenta que, desde el inicio de la pandemia, el foco fue «atender las consultas de los viajeros en curso o que tenían itinerarios planificados y garantizar el desarrollo sostenible de la compañía». Y agrega: «La crisis dejará cambios en todos los órdenes, desde nuevas medidas sanitarias para el transporte hasta cómo compramos los viajes y destinos preferidos. Puede que sigan los controles de temperatura en aeropuertos y que haya requerimientos de ingresos más estrictos, como la exigencia de certificados de inmunidad o testeos. Se consolidará la tendencia de compra online para gran parte de la economía. Se privilegiarán los viajes con flexibilidad para cambios y devoluciones, y la gente optará mucho más por los seguros de asistencia». Despegar espera que, en el mediano plazo, las escapadas y salidas relacionadas con experiencias sean las más demandadas.

Santos directamente plantea que el sector está «siendo destrozado» y que no hay ningún exceptuado. «Fronteras cerradas, aviones en tierra, hoteles y restaurantes cerrados y, obviamente, los intermediarios en la comercialización de esas servicios, con actividad nula», define. Y dice que la falta de una respuesta global complica más la salida y vuelve imprevisible cómo reaccionarán» los diferentes países en el pos-Covid-19. «Un sutil límite separa las necesidades de preservación sanitaria y las restricciones de las libertades individuales», gráfica, y advierte que en el turismo masivo todo deberá ser más amable, seguro, confiable y cercano.El sector deberá «reinventarse, reconstruirse e integrar las nuevas tendencias, las nuevas expectativas de los turistas», considera Durrieu. Indica que se acelerará una transición, ya iniciada, hacia un turismo sostenible: con transporte y con movilidad más ecológica; alojamientos menos masificados y confinados y más cercanos al entorno natural; actividades más experienciales y vinculadas con las poblaciones y los destinos visitados.

 

(Fuente : La Nacion)