Todo cuidado es pocoCómo limpiar el habitáculo del auto, para prevenirse del Coronavirus

Todo cuidado es poco

Cómo limpiar el habitáculo del auto, para prevenirse del Coronavirus

23 marzo, 2020 Desactivado Por Julio Giribaldi

 

En tiempos de Coronavirus, todas las medidas de precaución no son suficientes. La pandemia se extiende por toda la geografía del mundo, y los insistentes consejos y recomendaciones para que cada uno cumpla en su rutina cotidiana, se multiplican.

Más allá de la cuarentena obligatoria que se cumple en todo el país, existen por múltiples motivos, muchos argentinos y argentinas que tienen libre tránsito. Por caso, el reconocido por todos personal del área de salud, o quienes trabajan en seguridad.

Cómo limpiar objetos personales como el celular o la computadora; recaudos de lavado de manos y uso de alcohol en gel; cumplir las tareas diarias con uso de barbijo; son parte de las muchas acciones preventivas que deben cumplirse.

En ese contexto, la limpieza y la higiene que se haga del habitáculo del auto particular es también importante. Esto, teniendo en cuenta que se desaconseja por el Coronavirus el uso del transporte público, y la posibilidad de trasladarse individualmente aquellos que poseen vehículo propio.

La tarea inicial consiste en aspirar profundamente todo el habitáculo para remover y eliminar tierra, arena, polvo, pelos y toda suciedad, tanto en alfombras como en los tapizados de los asientos. Las alfombras de goma, las más fáciles de limpiar, deben sacarse para lavar con agua –y jabón- a presión. Luego volver a colorar recién cuando estén totalmente secas. Pero si las alfombras son de tela hay que hacer doble tarea: primero pasarles un cepillo de cerda para sacarles la suciedad y luego aspirarlas muy bien. Si las manchas aún persisten, repetir el procedimiento con un cepillo húmedo y luego dejar secar.

Las manijas de las puertas, la palanca de cambios, los distintos comandos y los cinturones de seguridad son los puntos donde se intercambian más fácilmente los gérmenes. Por lo tanto, antes de subirse al vehículo resulta primordial limpiarse bien las manos con líquido desinfectante –alcohol en gel, por ejemplo- y pasarle el mismo producto también al volante, la palanca de cambios y el freno de mano. Idealmente, realizar lo mismo al salir del vehículo y antes de entrar a casa.

Por lejos, la pieza más sucia del auto es el volante: en comparación con otros objetos, su superficie es seis veces más sucia que la pantalla del teléfono celular, cuatro veces más que un inodoro público, y dos veces más que los botones de un ascensor público. Debe desinfectarse siempre que sea posible.

Pero también es necesario mantener limpia la superficie frontal del tablero y la consola de instrumentos, porque allí existen espacios muy pequeños que acumulan polvo, y por lo tanto gérmenes. Como no suelen ser fáciles de limpiar, lo mejor en esos casos es usar un pincel de cerda suave, que no dañe superficies, y una aspiradora con cabezal pequeño para retirar el polvo de las rejillas de ventilación. Luego repasar la superficie completa con un paño suave con líquido limpiador. Cuidado con los aerosoles: no abusar de ellos porque pueden dañar los comandos eléctricos.

El uso del climatizador ayuda a que entren partículas al habitáculo que luego permanecen por mucho tiempo dentro. Por eso, hay que revisar frecuentemente el filtro anti-polen, que es el encargado de atrapar el polvo e impurezas del exterior y evita que ingresen al interior del vehículo.