El escándalo del espionaje ilegal que se llevó adelante en el país durante el gobierno de Mauricio Macri, sigue creciendo y presenta cada día, distintas novedades sorprendentes. Tras confirmarse  que el propio vicejefe de Gobierno de CABA Diego Santilli podría presentarse como querellante en la causa (ya que fue uno de los tantos espiados por la AFI de Macri, más allá de ser un altísimo dirigente porteño del PRO), el presidente Alberto Fernández hizo declaraciones en las últimas horas.

Alberto Fernández consideró un “espanto como práctica” las maniobras de espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri que salieron a la luz a partir de denuncias de la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, y de la investigación judicial del juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena. “No me resulta lindo ver que el Estado utiliza servicios de inteligencia para hacer estas cosas”, señaló el presidente, que además calificó como “preocupantes” los casos de jueces que denunciaron haber recibido presiones durante la gestión de Cambiemos.

Por otra parte, se supo que los ex espías de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Leandro Araque, Facundo Melo y Jorge Sáez mantuvieron al menos doce reuniones en la Casa Rosada entre 2018 y 2019 con una de las funcionarias de mayor confianza de Mauricio Macri. Se trata de la coordinadora de Documentación Presidencial, Susana Martinengo. Los datos fueron aportados por la defensa de Cristina Fernández de Kirchner ante el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, que investiga una presunta red de espionaje ilegal que operó durante el gobierno de Macri y de la que habrían sido víctimas la vicepresidenta, políticos del oficialismo, la oposición, abogados, sacerdotes, sindicalistas y periodistas.

Araque admitió el viernes ante la comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia del Congreso que le reportaba a Martinengo y que la funcionaria de confianza de Macri conocía las investigaciones ilegales realizadas al vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli. El argumento era que lo investigaban por supuesto enriquecimiento ilícito, aunque deslizó que el ex presidente consideraba que Santilli era un “moyanista”, por sus vínculos en el Club Atlético Independiente.

El ex espía Araque también admitió haber realizado maniobras de inteligencia al entonces presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y al diputado macrista Nicolás Massot, así como también a Rodis Recalt, periodista de la revista Noticias y al dirigente sindical de la UOCRA, Juan Pablo “Pata” Medina.

En la continuidad de la investigación que complica de forma directa al ex presidente Macri mañana martes 16 de junio declarará ante la comisión parlamentaria el ex espía Facundo Melo, otro de los imputados por el juez Villena. La interventora de la AFI, Cristina Caamaño, relevó a Araque y Melo del secreto de inteligencia para que puedan aportar información.

(Fuente de consulta: Infosiberia)