En RosarioPor primera vez en el país, una chica trans preside un centro de estudiantes
26 octubre, 2019
El Instituto Superior de Educación Técnica (ISET) Nro. 18 de la ciudad de Rosario, es un instituto de educación terciaria, en el que entre otras carreras se puede estudiar la de locución, también publicidad y además periodismo. Con muchos años de arraigo en la ciudad santafesina, como que fue fundado en la década del cuarenta, fue noticia en las últimas horas por un hecho inédito.
Allí, en esa casa de estudios rosarina, sus estudiantes votaron la elección de autoridades para el centro de estudiantes. Y por primera vez, una joven trans será quien conduzca los destinos de un centro de estudiantes en el país.
Es el caso de Rubí Del Mar Pérez, quien ganó la elección con algo más del cincuenta y cuatro por ciento de los votos.
La flamante presidenta, que cursa la carrera de locución, adelantó que buscará la igualdad y la inclusión; también tiene como ejes modificar los planes de estudios de las carreras y apuntar la conciencia medioambiental.
El diario porteño Página 12 –con su extensión en la ciudad denominada “Rosario 12”- fue de los pocos medios capitalinos que se ocuparon del tema. Allí, puede leerse que Rubí tiene 31 años y se crió en la localidad de Zavalla, a unos 20 kilómetros de Rosario. Fue en la escuela secundaria donde empezó a sentir discriminación. «Fui prácticamente obligada a dejar los estudios secundarios a los 15 o 16 años, por todo el hostigamiento que sufría por parte de compañeros y no compañeros. Era una carga negativa muy fuerte. Hace quince años atrás no se hablaba con la libertad que se puede hablar hoy sobre diversidad sexual, travestismo o feminismo. Me sentí muy sola, más allá de mi familia, donde costó pero fue un aprendizaje para todos, porque pude abordar la transexualidad en el ámbito de mi familia desde otro punto».
En otro tramo de sus declaraciones a Página 12 (la entrevista fue realizada por la periodista Lorena Panzerini) señaló que «Hoy muchas personas me piden disculpas. Mi transformación real fue a los 22 años, pero nunca le hice daño a nadie; quería graduarme, quería mi viaje a Bariloche, y me lo sacaron, me sacaron esas oportunidades. No entendía por qué ese hostigamiento. No pasa por un resentimiento, pero cuando hago esa pregunta, nadie me lo sabe responder».
La insistencia de su madre la ayudó a retomar el estudio, pero también pasó por otras situaciones. «Fue la voz de mi mamá: ‘Estudiá, estudiá, formate, capacitate'», recordó sobre aquellas palabras. «Estudié en el Eempa José Pedroni, y me gradué con un vestido divino», ríe. Tenía 25 años; y aunque no hubo viaje de estudio recuerda la noche de graduación como «maravillosa». Tras ello encontró el «trabajo sexual como única salida laboral. Yo tenía una negativa a limitarme a eso por haber elegido vivir mi identidad y también el apoyo de unos amigos que como podían me bancaban para dormir, comer, vivir. No les podría fallar a ellos nunca, porque confiaron en mí», dijo.
Luego se anotó en la carrera donde empieza a cumplir sus expectativas. «Me estoy profesionalizando», se entusiasmó y adelantó que quiere seguir Comunicación Social.
LO QUE QUIERE PARA EL CENTRO DE ESTUDIANTES
Como flamante presidenta del centro de estudiantes, Rubí del Mar ya organizó sus ideas en tres ejes principales: «Quiero reformular el plan de estudios porque la última reforma data de la década del 90 y comprendemos que no se puede estudiar más de esa manera porque la tecnología nos lleva puestos y porque la manera de comunicar no es la misma. También, hacer mucho hincapié en todo lo que es género y diversidad sexual, con la presentación de un protocolo en el que trabajé todo el año para que entre en vigencia el año que viene. Y otra cuestión es crear conciencia medioambiental», enumeró.