A partir del aislamiento social obligatorio por la pandemia por el coronavirus COVID-19, una gran cantidad de profesionales de la salud mental decidieron seguir atendiendo a través de la modalidad de video llamada. Sin embargo, muchos pacientes quedaron sin tratamiento porque OSDE decidió no considerar como sesiones de terapia las que se hacen de manera virtual.

En medio de la pandemia que afecta al mundo entero por el Coronavirus, la actitud asumida por la prestadora de salud OSDE en la Argentina, es poco menos que repudiable. Según denuncian pacientes y profesionales, OSDE dejó sin cobertura a pacientes, al no considerar como sesiones de terapia las que en tiempos de cuarentena, los profesionales de la salud mental brindan a sus pacientes.

Tamaña actitud de OSDE motivó una petición por parte de pacientes y profesionales de la salud mental, solicitando que la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación “garantice los honorarios a profesionales de atención en Salud Mental, cualquiera sea el vínculo contractual con los Agentes del Seguro de Salud contempladas por la Ley 23.660 y las empresas de Medicina Prepaga contempladas por la Ley 26.682, en caso de reemplazar prestaciones de atención presencial por modalidades virtuales o telefónicas, mientras dure el periodo declarado como emergencia nacional”.

El planteo se hizo público a través de las redes sociales. La OMS revela que la principal causa de discapacidad en el mundo es la depresión. Interrumpir un tratamiento en un estado de aislamiento forzado demuestra que para OSDE la salud es un negocio.