Proyecto de LeyLa política «Compre Argentino» desarrollará 200.000 nuevos puestos de trabajo en 10 años
18 septiembre, 2021
José Tamborenea, titular de la Cámara que reúne a los fabricantes de Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas, analizó para Télam la iniciativa que busca promover una mayor participación de la industria nacional en las compras públicas.
El presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel), José Tamborenea, sostuvo que la política de Compre Argentino “podría desarrollar 200.000 nuevos puestos de trabajo” en el término de diez años, y aportar una “potencial producción nacional, saberes, conocimiento, habilidades y desarrollo”.
El dirigente empresario dialogó con Télam y analizó el proyecto de ley de “Compre Argentino, Desarrollo de Proveedores y Compras para la Innovación,” presentado por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, esta semana.
Tamborenea destacó el proyecto de ley como “una obligación” del Estado para proteger la industria nacional y “reorientar su compra pública porque saben que, comprando internamente, recaudan mayor cantidad de impuestos; y promueve una potencial producción nacional, saberes, conocimiento, know how (habilidades), desarrollo y siembra para lo que va a ser en el futuro los próximos desarrollos por venir”.
En este marco, el también presidente de la empresa de luminarias LED Trivialtech explicó que “hemos relevado todas las opciones y beneficios que tienen las pymes y las grandes empresas, cuando afrontan un régimen de compras públicas donde compiten la fabricación nacional con los productos o servicios importados”.
“La conclusión analizando todo el costeo nacional, es que una empresa fabricante contribuye con 24% más de impuestos y cargas sociales que un importador, y el espíritu de la ley es equiparar el momento de la selección del mejor proveedor, teniendo en cuenta esos extra costos que tiene un fabricante nacional y, a su vez, todo lo que le aporta a la comunidad socioeconómica de un país el dar trabajo nacional y desarrollar la industria en tecnología”, resaltó Tamborenea.
«Comprando internamente, el Estado recauda más impuestos, promueve una potencial producción nacional y siembra los desarrollos por venir”
JOSÉ TAMBORENEA
Con la aprobación del proyecto de ley de Compre Argentino, el Gobierno nacional pretende generar 30.000 nuevos empleos privados y proyecta un ahorro de divisas por US$ 300 millones anuales.
Esta iniciativa tiene como objetivos promover una mayor participación de la industria nacional en las compras públicas, y generar inversiones y transferencias de tecnología hacia los sectores de la economía nacional con mayores capacidades tecnológicas y productivas.
A su vez, el proyecto apunta a modificar la ley actual (27.437) que fue sancionada en 2018, y que presenta limitaciones para que el Estado pueda utilizar su poder de compra como herramienta para el desarrollo.
«Una empresa fabricante contribuye con 24% más de impuestos y cargas sociales que un importador, y el espíritu de la ley es equiparar la selección del mejor proveedor»
JOSÉ TAMBORENEA
En este sentido, Tamborenea destacó la incorporación del PAMI como sujeto explícito dentro de la Ley, que “es un gran comprador de productos y servicios”, y planteó la necesidad de incorporar otros sujetos que “son de suma importancia para nosotros y que sabemos que van a estar en discusión, pero nosotros creemos que corresponde, como YPF, que es una empresa grande y que debería estar alcanzada por el régimen de compras públicas, para defender la industria nacional”.
Asimismo, sostuvo que otra de las aristas a considerar en la discusión del proyecto es el control de cómo se compra, cómo se aplica y que estén las sanciones ya preestablecidas, «porque nuestra cámara, Cadieel, ha ganado juicios administrativos por no aplicación del compre nacional de hace 4, 7 u 8 años atrás, y es inviable retrotraerse y sacar una máquina que se importó y se instaló hace 10 años”, explicó.
“Tiene que ser coherente la ley en tiempo de aplicación, tiene que dar respuesta rápida, tiene que permitir el control”, agregó Tamborenea.
Por otra parte, el industrial señaló que “frente a las licitaciones internacionales, cuando viene un importador, que viene en forma directa, se le da una carta de crédito internacional, es decir, se le garantiza el pago en el caso de ser seleccionado; y en moneda dura, que es en este caso, en dólares y no se compara localmente con un producto que se cotiza a FOB (Free on Board = Libre a Bordo del barco en el país de origen)”.
Con lo cual, planteó que “el fabricante local cotiza en pesos y pone el producto del almacén de la empresa compradora o del Estado donde le dicen. La empresa que está ofreciendo su producto desde el exterior ofrece una mercadería a FOB o a veces CIF (Cost Insurance and Freight = Costo de flete y seguros) puesta en el puerto”.
En este marco, Tamborenea concluyó que “hay una gran diferencia ahí, porque uno tiene garantizado el cobro y en una moneda dura y el otro tiene una moneda local que sufre no tener financiamiento externo, no estar protegida respecto del tipo de cambio y al fabricante local se nos paga muchos meses después estas licitaciones”.
Algunos llevan varios años, otros unos pocos, todos ponen de manifiesto la corriente de «compañerismo» que los enlaza y se muestran confiados en que su sector, el de las luminarias, y la industria en general consolidarán el actual ciclo de reactivación. Télam sondeó en las historias de Iliana, Leonardo, Emmanuel y Leonardo, cuatro de los trabajadores de la empresa de lámparas LED Trivialtech.
Operaria reincorporada en enero.
«Trivialtech es mi segunda familia. Tanto jefes como empleados formamos un equipo muy bueno para trabajar. Cuando la empresa estuvo cerrada por la pandemia, vinieron a trabajar los que tenían automóvil y los que vivíamos lejos no. Por suerte, volvimos a trabajar y tuvimos bastante ayuda para atravesar la pandemia».
Desde hace cuatro años, se desempeña en el sector de logística y embalaje.
«Trivialtech significa mucho. Antes de trabajar acá tenía un comercio, que tuve que cerrar durante el gobierno de Mauricio Macri. Mi familia está constituida por mi señora y mis dos hijos. Nos resultó muy difícil en su momento no tener trabajo y luego la pandemia. Después de estar casi un año y medio en nuestras casas volvimos a trabajar de a poco. En este momento está trabajando el equipo completo. A todos nos alegró volver a trabajar y llevar el pan de cada día a nuestras casas. Después de la pandemia pienso en seguir trabajando y que la plata me alcance, que la industria se siga reactivando. No volver atrás. La empresa estuvo al lado nuestro desde el primer momento de la pandemia, pendiente de todas las necesidades de cada uno de nosotros, con la ayuda del Gobierno».
Integra el área de Robótica. Es técnico electromecánico y estudia Automatización y Robótica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Es soltero, sin hijos.
«Al principio de la pandemia estuvimos dos meses parados, pero después fuimos reintegrándonos. Como vivo cerca fui uno de los primeros que volvió dos veces por semana. Por suerte fue saliendo laburo y estamos funcionando bien. En el momento que comenzó la pandemia fue duro, porque no sabíamos si íbamos a seguir trabajando. Era algo nuevo, no sabíamos cuándo íbamos a volver. Pero nos mantuvimos activos desde casa haciendo proyectos y mejoras para la empresa. En cuanto a lo económico, la empresa nos pagaba un porcentaje y el gobierno nos daba el resto. Trabajar en Trivialtech para mí fue un progreso grande, es mi segundo trabajo en blanco, y es como una familia, somos pocos y nos llevamos bien. No sé cuándo va a terminar la pandemia, pero por suerte la mayoría de los empleados tenemos la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, por eso estamos más tranquilos, laburando más relajados, un poco mejor».
Jefe de Producción
«Mis tareas conllevan responsabilidad y a la vez satisfacción. En todo el tiempo que pasó se armó un grupo de trabajo bueno en compañerismo. Hay un compromiso que es recíproco entre la empresa y los empleados. La pandemia nos sorprendió y la incertidumbre era grande. Para mantener activa la cabeza seguimos trabajando algunos proyectos desde casa. Después, de a poco, fuimos volviendo dos veces por semana con mucho cuidado para evitar contagios. El primer día, después de dos meses sin abrir la fábrica, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. En Trivialtech todos valoramos que, si bien hubo altibajos, ningún empleado dejó de cobrar ni el sueldo ni el aguinaldo. En ese sentido hubo un buen manejo de la parte administrativa y de los jefes. Después de la pandemia vamos a seguir trabajando, ya han cambiado muchas maneras de trabajar, pero en nuestro caso, como es una estructura productiva y es un trabajo muy físico no se puede hacer remoto».
Télam Audiovisual
Cronista: Carlos Marrero
Camarógrafo: Diego Perasin
Editor: Iván Baldana