El próximo 1 de enero de 2020, el argentino Oscar Laborde asumirá como presidente del Parlasur. El dirigente oriundo de Avellaneda es hasta ahora quien preside el bloque del Partido Justicialista/Frente para la Victoria; su flamante condición de máxima autoridad del Parlasur fue votada prácticamente por unanimidad: sesenta y ocho de los sesenta y nueve integrantes. O sea por la bancada progresista y por la bancada conservadora de argentinos, paraguayos, brasileños, uruguayos, paraguayos e incluso venezolanos.

El Parlasur goza –en buena hora- de más que positiva salud, políticamente hablando. Pese a los denodados intentos del macrismo por degradarlo, la realidad indica que el organismo tendrá un rol preponderante en la política regional, en los próximos años.

El argentino Oscar Laborde reemplazará en la presidencia al uruguayo Daniel Caggiani, del Frente Amplio. La presidencia dura un año y rota por país.

Lo novedoso de la prácticamente unánime designación de Laborde, radica en el acompañamiento que sumó de parte de los diputados del Pro y del radicalismo. Figuras del riñón macrista como Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el jefe de la mesa de operaciones judiciales durante los últimos cuatro años monitoreadas desde la Casa Rosada, votaron por Oscar Laborde. También otros diputados PRO como Osvaldo Mércuri (cercano a Emilio Monzó) y Daniel Ramundo. También votaron los radicales María Luis Storani y Lilia Puig, entre otros.

Como dato también llamativo, se destaca el voto afirmativo para la candidatura de Oscar Laborde del diputado Parlasur Celso Russomanno, integrante de la bancada que responde al presidente Jair Bolsonaro.

Al momento de hacer uso de la palabra para aceptar la propuesta de ser el presidente del Parlasur, Laborde fue concreto: en su discurso de aceptación de la propuesta argentina dijo que reconocía la existencia de problemas en Venezuela y llamó a resolverlos por el diálogo, con la eventual colaboración del Parlasur, rechazó cualquier salida intervencionista y pidió elecciones prontas en Bolivia.

En diálogo con el diario Página 12, Laborde resaltó que “La región fue perdiendo instancias de diálogo. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Celac, está congelada y Unasur está paralizada. En este cuadro el Parlamento del Mercosur, como representante de los pueblos, puede ser una herramienta útil para que convivan y conversen dirigentes políticos de distintas extracciones y afines a diferentes gobiernos. Ya nos conocemos todos y tuvimos nuestro momento de discursos encendidos. Ahora tenemos que aportar a la integración desde donde estemos”.

En el pasado mes de mayo, el entonces gobierno del presidente Macri buscó “dinamitar” políticamente al Parlasur.  El ahora ex presidente firmó en ese momento un decreto que anulaba la convocatoria a votar por nuevos representantes ante el Parlasur.  Fue el Frente de Todos el que realizó un planteo legal, que derivó en que la Cámara Nacional Electoral le ordenara al Poder Ejecutivo que convoque a elecciones de parlasures.

“La pretensión de una mera declaración de cancilleres desconsidera los principios democráticos de la Constitución de la Nación Argentina”, dijo la CNE, máxima instancia de la Justicia electoral. “El Poder Ejecutivo Nacional incumplió con el derecho vigente”, estableció en un fallo firmado por los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía.

Según publicó el diario Página 12, el nuevo Gobierno encabezado por Alberto Fernández está interesado en revisar la decisión de Mauricio Macri.

(Fuente: Diario Página 12)