El hospital municipal Campomar es el único efector de salud del distrito de General Paz, cuya ciudad cabecera es Ranchos. Ubicado en la zona norte de la Cuenca del Salado, en la quinta sección electoral, este distrito bonaerense de alrededor de diez mil habitantes y con la Virgen del Pilar como Patrona, está distante unos treinta kilómetros de Chascomús, la ciudad de mayor peso y por ende infraestructura, en dicha región de Buenos Aires.

En Ranchos, la inversión en salud que realiza el municipio históricamente conducido por Juan Carlos Veramendi y desde el próximo 10 de diciembre por su “heredero” Juan Manuel Alvarez (en rigor, viene ya hace buen tiempo siendo el jefe comunal, ante los problemas de salud del longilíneo dirigente peronista), es absolutamente prioritaria, tanto que buena parte del presupuesto anual, es destinado a dicha área.

Tal vez ese demostrado compromiso del municipio con la salud pública, haya sido uno de los motivos que impulsó a un vecino ligado a la industria médica, a realizar una importante donación al hospital Campomar. La humildad del donante y el pedido expreso del mismo de no tener repercusión, sólo permiten decir que se trata de una persona de nombre Fabián Ruffo, quien no es vecino radicado en Ranchos, pero que tiene relación habitual con dicha comunidad, por asistir de forma regular a un club de campo, ubicado en la zona rural del distrito de Chascomús.

Lo importante y trascendente, y de allí el interés de estas líneas, es lo donado por esta persona al hospital municipal de Ranchos, al que accedió a recorrer en compañía del intendente electo Juan Manuel Alvarez: un laringoscopio con fibra óptica; un saturómetro; accesorios para la torre de anestesia; un blender con flujímetro (elemento utilizado para recién nacidos), con sus correspondientes mangueras de conexión; varios manómetros de tensiómetros; y también varios estetoscopios.