De acuerdo al último reporte de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, existen en el país 140 millones de hectáreas afectadas por la falta de agua, de las cuales más de 7 millones, catalogadas bajo la categoría de “afectación severa”, se encuentran concentradas en la denominada zona núcleo agrícola.
En esta última categoría, fueron identificadas tres provincias afectadas, de acuerdo con el informe: Buenos Aires (44 partidos), Santa Fe (4) y Entre Ríos (5).
Entre los municipios bonaerenses que tienen toda superficie (o parte de ella) afectada están General Villegas, Ameghino, Pinto, Alem, Arenales, Colón, Pergamino, Rojas, Lincoln, Viamonte, Junín, Tejedor, 9 de Julio, Bragado, Alberti, Chacabuco, Salto, San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Arrecifes, Capitán Sarmiento, Baradero, Zárate, Carmen de Areco, San Antonio de Areco, San Andrés de Giles, Exaltación de la Cruz, Campana, San Fernando, Escobar, Pilar, General Rodríguez, Luján, Las Heras, Mercedes, Navarro, Suipacha, Chivilcoy, Carlos Casares, Pehuajó, Cañuelas, Lobos y 25 de Mayo.
En tanto, otra treintena de comunas cuentan con una afectación de su superficie “moderada”, que al igual que en la región de la de sequía “severa”, se esperan menos lluvia de lo normal para los próximos meses.
De hecho, el informe indica que en el área afectada se espera para el próximo trimestre mayor probabilidad de ocurrencia de lluvias por debajo de lo normal, mientras que se prevén temperaturas superiores a lo normal. Cabe destacar que el déficit acumulado de precipitación en la zona núcleo entre 2020 y 2022 es más bajo que el registrado entre 2007 y 2009, una de las más intensas sequías que haya afectado a la región.
La condición actual de los cultivos, tanto extensivos como intensivos, en el norte de Buenos Aires se encuentra afectada, de manera tal que se esperan rendimientos muy por debajo del promedio histórico, e incluso pérdidas totales y reducción del área sembrada.
Es probable que el trigo que se sembró en el área con sequía severa actual tenga rindes muy bajos o no se coseche y que el maíz llegue al inicio de su periodo crítico a sequía con reservas escasas o deficitarias. A su vez, se reporta afectación en la actividad ganadera. “Es esperable que en muchos casos no se pueda sembrar y esta superficie pase eventualmente a soja o maíz tardío”, destacó el informe.(DIB)