En otro capítulo de una serie repetida en la historia política reciente de la Argentina, se oficializó la ruptura entre el presidente Javier MIlei y su compañera de fórmula y actual vicepresidenta Victoria Villarruel. La situación recuerda las diferencias políticas entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Claro que en el actual caso del gobierno libertario, el «divorcio» llegó mucho más rápido, puesto que se oficializó antes incluso de terminar el primer año del mandato. Estupor entre los votantes de La Libertad Avanza.

En un nuevo reportaje concedido a uno de los periodistas militantes de La Libertad Avanza, Esteban Trebucq, el presidente Javier Milei oficializó la ruptura política con su vicepresidenta Victoria Villarruel. La confirmación de lo que se veía venir, abre un enorme signo de interrogación sobre cómo impactará en el escenario político, este divorcio entre quienes compartieron fórmula presidencial apenas once meses atrás.

En explosivas y coordinadas declaraciones, que fueron difundidas en la noche del miércoles 20 de noviembre a través de la pantalla del canal macrista La Nación +, en el programa conducido por el periodista libertario Esteban Trebucq, el presidente Javier Milei detonó la bomba política de la semana.

El presidente ubicó a su ex amiga Victoria Villarruel como parte de lo que denomina “la casta”, y rompió todo tipo de puentes con la vicepresidenta, al menos en lo inmediato. “Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. No participa de las reuniones de Gabinete. Decidió no participar. Hace mucho tiempo que decide no participar en las reuniones de Gabinete”, sostuvo el presidente.

Con precisión quirúrgica y en una declaración evidentemente estudiada y analizada, Milei señaló que Villarruel “en muchas cosas está más cerca del círculo rojo o lo que nosotros llamamos casta”.

“Tenemos la relación que se necesita institucionalmente para cumplir con nuestros roles”, sentenció Milei, aunque es conocido que las definiciones importantes para el Ejecutivo pasan por Guillermo Francos. “Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta”, sentenció contundente el presidente.

Esta ruptura era algo que se veía venir, pero la oficialización de la misma y nada menos que desde la palabra presidencial, genera un  enorme interrogante para el futuro inmediato. Hasta el momento, la vicepresidenta era cuestionada y criticada por algunos cercanos al presidente, como es el caso de la diputada nacional Lilia Lemoine. Ahora, esos señalamientos a los intentos de autonomía política de Villarruel explotaron y son oficiales.