Había sido presentada por el edil Diego MongayUna insólita denuncia en contra del concejal Hamacher, fue descartada de plano por la justicia
25 julio, 2020
Apenas dos semanas duró la llamativa denuncia que el concejal del radicalismo de Lezama Diego Mongay, presentó en la justicia contra su par del peronismo Nicolás Hamacher. El propio edil del Frente de Todos lezamense hizo pública esta determinación de la justicia de Dolores.
Para la sorpresa de todos los vecinos de la pequeña comunidad de Lezama, Mongay acusó a Hamacher de haber utilizado su nombre para intentar pasar un control policial de acceso a la ciudad de Dolores. Lo insólito del suceso narrado, motivó todo tipo de especulaciones, acerca de qué podría haber llevado a Mongay a presentar en tribunales, una denuncia semejante, que desde el inicio de la misma, se avizoraba iba a terminar como terminó: descartada de plano.
El pasado 15 de julio la fiscal Verónica Raggio desestimó la denuncia penal, por considerar inexistente el hecho que se afirmaba había ocurrido el 29 de junio pasado.
En la resolución firmada por la fiscal, se señala que las pruebas aportadas por Diego Mongay no acreditan la existencia de un ilícito y que si éste hubiese existido debería haber sido denunciado por el personal policial que se encontraba en el lugar, algo que se sabe no ocurrió.
Lo increíble de toda esta historia –que sigue encerrando el interrogante de qué motivó a Mongay a impulsarla- es que el denunciado se encontraba al momento de los hechos con la posibilidad de libre circulación, de acuerdo a lo que establece el decreto presidencial 297/2020.
Termina así una historia poco menos que absurda, que rozó lo ridículo, máxime siendo los protagonistas integrantes –si bien de fuerzas políticas distintas- de una misma comunidad, en la que por ser pocos, todos profesan (como en cada pequeño pueblo bonaerense) la saludable intención de priorizar el trato directo, el diálogo llano, y el contacto estrecho para debatir y esclarecer eventuales divergencias. Situación esta que lamentablemente no se dio en este caso, llegando a la justicia dolorense (siempre atiborrada de expedientes), una insólita e incomprensible denuncia que nunca debió existir.
En sus redes sociales, la víctima de todo esto, el concejal Hamacher, apeló a la vigencia de los códigos políticos, remarcando que el absurdo se podría haber evitado con un llamado telefónico. Hizo también un llamado a la reflexión de su par concejal indicando que por su función debería poner en valor el diálogo entre los dirigentes políticos y evitar acciones canallas.