SaludUn nuevo estudio reafirma que la lactancia materna mejora el desarrollo neurológico de los niños prematuros
23 julio, 2022
Los bebés obtienen mejores resultados académicos, muestran menos signos de hiperactividad o falta de atención y su coeficiente intelectual es superior, según demostraron investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard.
La leche materna tiene múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé. Además de establecer y fortalecer el vínculo afectivo entre la madre y el hijo, la leche materna está repleta de ingredientes que proporcionan todos los nutrientes e hidratación necesarios. Una reciente investigación que publicó The Harvard Gazette afirma que la lactancia materna mejora el desarrollo neurológico de los niños prematuros y que es posible reducir el riesgo de tener un rendimiento académico más bajo en matemáticas y lectura. Así como evitar que sufran un trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
En el estudio en el que se realizó un seguimiento de los bebés prematuros durante siete años, los investigadores del Brigham and Women’s Hospital, junto con colaboradores del South Australian Health and Medical Research Institute, descubrieron que los niños que recibían mayores cantidades de leche materna tanto durante como después de su estancia en la unidad de cuidados intensivos neonatales tenían un mayor rendimiento académico, un mayor coeficiente intelectual y una reducción de los síntomas del TDAH.
“Nuestro estudio concluye que el suministro de leche materna a los bebés prematuros puede tener beneficios para el desarrollo neurológico a largo plazo”, sostuvo Mandy Brown Belfort, autora del artículo y profesora asociada de pediatría en la Facultad de Medicina de Harvard. “Muchas familias se entregan a la idea de suministrar leche materna, pero pueden enfrentarse a grandes desafíos. Nuestros hallazgos enfatizan la importancia de proporcionar apoyo para iniciar y mantener la lactancia, porque la leche materna a esta temprana edad puede proporcionar beneficios años más tarde”.
Belfort y sus colegas analizaron los resultados del neurodesarrollo de 586 niños nacidos con menos de 33 semanas de gestación en uno de los cinco centros perinatales australianos. Cuando los niños fueron evaluados a la edad de 7 años, los investigadores descubrieron que una mayor ingesta de leche por parte de la madre se asociaba a un mayor coeficiente intelectual y a mayores puntuaciones en lectura y matemáticas.
Los padres también informaron de menos síntomas de TDAH en los niños que consumían más leche materna durante la infancia. La duración de la ingesta de leche materna, hasta los 18 meses, también se asoció con puntuaciones más altas en lectura, ortografía y matemáticas. Los investigadores controlaron los factores de confusión, incluidos los factores clínicos y sociales. Las asociaciones beneficiosas fueron más fuertes para los bebés nacidos en las edades gestacionales más bajas, en particular los nacidos con menos de 30 semanas de gestación.
Los autores señalan que la investigación es observacional: puede haber otros factores no contabilizados que influyan tanto en la capacidad de proporcionar leche materna como en el rendimiento académico. Los puntos fuertes del estudio, dicen, son su gran tamaño, la gama de resultados examinados y que los investigadores pudieron evaluar los resultados en la edad escolar. Otros estudios sólo han seguido a los niños hasta la edad preescolar, lo que dificulta la evaluación de toda la gama de resultados del neurodesarrollo.
En general, Belfort considera que los resultados del equipo confirman las orientaciones de la Academia Americana de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud, que recomiendan la leche materna para los bebés. “Nuestro estudio confirma las estrategias recomendadas para ayudar a los padres a suministrar leche materna a los bebés prematuros”, afirmó la experta.
Y concluyó: “Y refuerza el llamamiento a favor de políticas sanitarias y de permisos parentales que apoyen a los padres en lugar de perjudicarlos. Como sociedad, tenemos que invertir en las familias: es una inversión que seguirá beneficiando a los niños cuando lleguen a la edad escolar”.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año nacen en el mundo unos 15 millones de bebés antes de llegar a término, es decir, más de uno en 10 nacimientos. Y aproximadamente un millón de niños prematuros mueren cada año debido a complicaciones en el parto.
En Argentina, de acuerdo con datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), 8.078 bebés, el 1,1 % del total de recién nacidos, nacen antes de término con un peso menor a 1500 gramos. La mayoría de estos niños requerirá de largos períodos de recuperación y plazos de seguimiento extensos que incluyen cuidados especializados, controles y atención de todas sus necesidades, entre ellas las nutricionales, algo que resulta clave durante los primeros años de vida para garantizar un adecuado neurodesarrollo.
FUENTE:INFOBAE