Conflicto bélicoUcrania acusa a Rusia de violar la tregua en la fábrica Azovstal y sigue la tensión
6 mayo, 2022
La toma de la localidad portuaria del sudeste de Ucrania tiene un valor relevante por lo simbólico, pero también por lo estratégico ya que le permitiría a Moscú dar un paso crucial en sus planes de unir la anexionada península de Crimea con el este ucraniano.
No obstante, las informaciones sobre la situación en la acería de Mariupol, último bastión en manos de militares ucranianos, son contradictorias.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo este jueves que «sigue dispuesto» a garantizar una evacuación «segura» de los civiles, pero instó a Kiev a ordenar a los milicianos que siguen en la planta que «depongan las armas».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que los corredores humanitarios «están funcionando» para evacuar a los civiles refugiados en los kilométricos túneles de la acería, que según las autoridades locales serían unos 200.
Pero un alto consejero de la presidencia ucraniana, Olexiy Arestovich, indicó que los rusos que entraron en el complejo fueron repelidos, sin dar mayores detalles, alegando que las informaciones de que disponía eran contradictorias.
En tanto, el subcomandante del batallón neonazi ucraniano Azov, Sviatoslav Palamar, dio parte en un video de «sangrientos combates» y acusó a las tropas rusas de «violar su promesa de tregua».
Pese a las incertidumbres sobre la situación, la ONU anunció que un convoy de vehículos se dirigía a Azovstal, a donde debería llegar el viernes por la mañana para proceder a la evacuación.
Los ucranianos afirman que Rusia quiere hacerse del control total de la ciudad antes del 9 de mayo, día en el que Moscú celebra con un desfile militar la victoria sobre la Alemania nazi en 1945.
En otras zonas del país, Ucrania afirmó este jueves haber retomado control de algunas puntos en el sur y repelido múltiples ataques rusos en el Donbass.
A más de 70 días del inicio de la intervención de Rusia a Ucrania, sus fuerzas pelean por el control de numerosas localidades del Donbass, el corazón industrial del este ucraniano. La región es fronteriza con Rusia y en ella el ruso es la lengua más hablada.
El centro de gravedad del conflicto se ha trasladado al este y sur de Ucrania desde que, a fines de marzo, Rusia retiró tropas que tenía desplegadas en torno a la norteña región de Kiev, que incluye a la capital, para centrarse en la «liberación» del Donbass.
Antes de intervenir en Ucrania, Rusia reconoció la independencia de «repúblicas» autoproclamadas por separatistas rusoparlantes que desde 2014 controlan parte de las dos provincias de la región y se enfrentan con el Ejército ucraniano.
Además de bombardear zonas del Donbass, Rusia lanzó más ataques a infraestructura ferroviaria y otras vías de abastecimiento como parte de un esfuerzo para perturbar los suministros de armas occidentales, que han sido clave para la defensa de Ucrania.
El portavoz del Kremlin admitió que la ayuda de las potencias occidentales a Ucrania «no permite concluir rápidamente la operación» militar, que se inició el 24 de febrero, dejando miles de muertos y forzando a millones de ucranianos a huir de sus hogares.
Pero, agregó Peskov, esa asistencia extranjera «no tiene la capacidad de impedir» que Rusia cumpla sus objetivos en la exrepública soviética, que tiene un gobierno prooccidental.
Desde Kiev, las Fuerzas Armadas ucranianas dijeron haber retomado posiciones en las márgenes de las sureñas provincias de Mikolaiv y Jerson y haber repelido 11 ataques rusos en Donetsk y Lugansk, las dos provincias del Donbass.
Cinco personas murieron y y al menos 25 resultaron heridas en bombardeos en las dos provincias del Donbass en las últimas 24 horas, informaron autoridades locales.
Los ataques también dañaron decenas de casas y una escuela, agregaron.
Autoridades ucranianas reportaron ataques rusos ocurridos anoche cerca de Kiev; en las provincias centrales de Cherkasy y Dnipro; y en la de Zaporiyia, en el sureste.
En Dnipro, autoridades dijeron que uno de los bombardeos alcanzó una línea ferroviaria, luego de que el miércoles fueran atacadas varias estaciones de trenes de todo el país.
Las sirenas antibomba sonaron este jueves en Lviv, en el oeste de Ucrania, una zona que ha estado exenta de combates y por donde la gente huye de la guerra a la vecina Polonia, informó la agencia de noticias AFP.
Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lanzó una campaña mundial de recaudación de fondos para ayudar a su país, a través de una plataforma especialmente creada con ese fin, United24.
«En un solo clic, usted puede donar fondos para ayudar a nuestros defensores, salvar a nuestros civiles y reconstruir Ucrania», dijo Zelenski en inglés en un video en Twitter.
En paralelo, más de 6.000 millones euros para Ucrania fueron recolectados en una conferencia de donantes organizada en Varsovia, anunció el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
En esta actividad, organizada por Polonia y Suecia, con la participación de la Unión Europea (UE), Zelenski instó a «acordar inmediatamente» el estatuto de candidato para que Ucrania puede ingresar al bloque europeo.
«La adhesión de Ucrania a la UE tiene que ser una realidad absoluta, no sólo una promesa o una perspectiva», dijo el mandatario, quien participó por videoconferencia.(Télam)