Caso Lucas GonzálezTres policías detenidos apuntaron al personal de la Brigada por el operativo posterior al ataque
22 diciembre, 2021
Fuentes judiciales informaron este martes a Télam que, al declarar ante el juez Martín del Viso y el fiscal Leonel Gómez Barbella, tanto el subcomisario Ramón Chocobar (47), como los oficiales Daniel Espinoza (32) y Sebastián Baidón (27) negaron haber realizado alguna maniobra de encubrimiento o maltratado a los amigos de Lucas en el lugar donde el 17 de noviembre pasado se registró el ataque por el que están detenidos tres efectivos de la Brigada de la Comuna 4 de la Ciudad.
Además dos de ellos, identificaron a una policía «rubia» y «alta» perteneciente a la Brigada, como quien estaba a cargo del lugar donde habían quedado esposados y detenidos los dos amigos de Lucas, también de 17 años.
Chocobar, quien estaba en ese momento a cargo de la dependencia porque su jefe, el también detenido comisario Fabián du Santos, había ido a un acto policial, recordó que al llegar a los pocos minutos a la escena del hecho, ya había una gran cantidad de policías de distintas áreas, aunque «claramente el dominio de la escena estaba en manos de la brigada».
Sobre ellos, dijo que si bien no los conoce porque pertenecen a otra dependencia, pudo reconocerlos porque tienen «chalecos celestes» que «no son visibles» y «no tienen gorras».
«Son gente vestida de civil y no es distinguible ni es un uniforme reconocido. En la parte de atrás si surge Policía de la Ciudad”, aseguró el subcomisario, según los voceros consultados por Télam.
Chocobar reconoció que además vio en la escena a una abogada de Asuntos Internos y dijo que en ningún momento vio un arma en el auto Volkswagen Suran de los adolescentes, la que fue sacada del rodado más tarde y que para los pesquisas fue «´plantada» por la policía.
Antes de finalizar su indagatoria, el subcomisario, quien dijo que tiene 28 años de servicio, pidió ser excarcelado porque cree que está detenido «injustamente».
Otro de los detenidos que declaró también ayer fue el oficial Espinoza, chofer de la Comisaria Vecinal 4 D, quien recodó que fue uno de los que ayudó a sacar del auto a Lucas herido de un balazo en la cabeza a pedido de una médica del Same y que luego fue con ella y la víctima hasta el hospital Penna, donde le entregaron un plomo que cayó de entre las ropas del adolescente.
Consultado sobre qué vio en el lugar del hecho, Espinoza aseguró que «fue una movida de policías que no es común ver», y mencionó al menos 20 uniformados, incluso un comisario «con gorra», tras quienes llegaron muchos más en distintos móviles.
Al igual que Chocobar, Espinoza pidió ser excarcelado, dijo que está pasando un «momento horrible» y aseguró que actuó «dentro de la ley».
Finalmente, el oficial Baidón, también chofer de la misma dependencia, y quien fue descripto por testigos como el policía «tatuado» que redujo a los adolescentes, negó haber esposado o tirado al piso a los amigos de Lucas, a quien solo dijo que «revisó».
Además aseguró que fueron los policías de la Brigada quienes se hicieron cargo del procedimiento y también dijo haber visto a «una mujer rubia de la brigada» cerca de los chicos detenidos en el piso.
Luego mencionó la presencia de una abogada de Asuntos Internos que fue a «asesorar a los efectivos del enfrentamiento», y que se entrevistó con los policías vinculados a ese episodio.
Tras las indagatorias los tres policías quedaron detenidos a disposición judicial.
En tanto, los otros dos apresados el domingo último, el oficial Darío Arévalos y el oficial Jonathan Martínez, también de la Comisaría Vecinal 4, se negaron a declarar.
Estos acusados se suman a otros seis ya procesados con prisión preventiva, los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, el subcomisario Roberto Inca, el inspector Héctor Cuevas y las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño, por «falsedad ideológica, encubrimiento agravado, privación ilegal de la libertad agravada y vejaciones»:
En tanto, por el homicidio calificado de Lucas y la tentativa de homicidio calificada de sus amigos están también procesados y bajo arresto preventivo los policías de la Ciudad Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi.
El hecho sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre, cuando Lucas y sus amigos salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y se detuvieron en un kiosco situado en Iriarte y Luna, para comprar un jugo.
Tras ello fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones sin patente ni signos de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos.
Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impacto en la cabeza de Lucas, quien tras ser atendido de urgencia en un hospital porteño fue trasladado y murió horas después en el hospital «El Cruce» de Florencio Varela.(Télam)