La empresa de biotecnología estadounidense 3DBio Therapeutics, ubicada en Queens, Nueva York, fue la responsable de crear la oreja, que luego fue trasplantada en una mujer que nació con un defecto congénito.
La joven trasplantada nació con microtia, un raro defecto congénito que hace que el pabellón auricular u oído externo sea pequeño y malformado, e incluso puede afectar la audición.
La intervención, parte de la primera experimentación clínica de una aplicación médica de esta tecnología, fue un “extraordinario progreso” en el campo de la ingeniería de tejidos, señalaron los médicos.
La nueva oreja fue moldeada con la misma forma que le corresponde a ese órgano izquierdo de la mujer, y según explicó la empresa, ahora continuará regenerando el tejido del cartílago, para darle el aspecto y la sensación de una oreja natural.
“Definitivamente, es algo grande (lo hecho)”, dijo Adam Feinberg, profesor de ingeniería biomédica en la Universidad Carnegie Mellon, y agregó: “Esto demuestra que esta tecnología ya no es un ‘si’, sino un ‘cuándo’”.
Mientras tanto, el experimento clínico, que se realizará a 11 pacientes, todavía está en curso y es posible que los trasplantes den lugar a complicaciones de salud imprevistas.
Sin embargo, dado que las células provienen del mismo tejido que el paciente, la empresa señaló que es “probable” que el nuevo órgano no sea rechazado por el cuerpo.