PRESENCIA CHINA EN SUDAMERICATras pasar por Perú, Xi Jimping ahora visitará a Lula Da Silva, donde se realizará la cumbre del G20
16 noviembre, 2024
Las inversiones del gigante asiático son cada vez mayores en el continente. Argentina no aparece como sus prioridades, producto de la errónea política exterior del gobierno de Javier Milei. Millonaria inversión en las costas de Lima, con el mega puerto de Chancay ya prácticamente terminado.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio «Lula» Da Silva, recibirá a su par de China, Xi Jiping, en una visita oficial enmarcada en la cumbre del G20, el próximo 20 de noviembre. Según confirmó el Gobierno brasileño, «Lula» recibirá a partir de las 10 (hora local) a Ji en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial del presidente en Brasilia, y ambos mandatarios tratarán la relación bilateral.
La cancillería china adelantó que Xi Jimping viajará a Brasil para la cumbre del G20, que tendrá lugar en Río de Janeiro los días 18 y 19 de noviembre.
El mandatario chino llegará a Brasil proveniente de Perú, donde junto a la presidenta Dina Boluarte dejó prácticamente inaugurado un enorme puerto, luego de una millonaria inversión, que se espera atraiga más de 3000 millones de dólares en inversiones, para crear una ruta directa a través del Océano Pacífico y expandir la influencia de Pekín en América Latina. La apertura del puerto, que se da antes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico y de la última reunión de Xi con el presidente Joe Biden, destaca la creciente incidencia de China en una región que anteriormente miraba principalmente a Estados Unidos en busca de oportunidades económicas.
Xi devuelve así las visitas que tanto Boluarte como Lula realizaron al gigante asiático en los últimos dos años: la presidenta peruana estuvo en China en junio pasado y el líder brasileño en abril de 2023.
Las relaciones del gigante asiático con los dos países latinoamericanos atraviesan un buen momento, con megaproyectos como el mencionado puerto de Chancay en las costas de Lima y la intensa revitalización de los lazos con Brasil desde el regreso de Lula al poder tras los años de tensiones vividos con su predecesor, Jair Bolsonaro.