Preocupación creciente en los municipios turísticos de la costa atlántica por la fuerte caída en la concurrencia de turistas. En Villa Gesell se alarman porque ven que se consolida una tendencia que no parece detenerse. Alarma por lo que pueda ocurrir en la próxima temporada de verano.

Tras los últimos dos fines de semana largos que tuvo el mes de junio, el impacto del movimiento turístico que se dio en todo el país en general y en la provincia de Buenos Aires en particular, lejos estuvo de colmar las expectativas.

La directora de turismo de Villa Gesell Natalia Megías fue contundente sobre el tema, indicando que en su distrito se consolidó lo que ya se había visualizado durante la última temporada de verano: una caída en la llegada de turistas del orden del 35%, si se compara este año con el 2023. “Detectamos un treinta o treinta y cinco por ciento menos de turistas, que ya en verano no vinieron. Ahora vemos que eso continúa en cada fin de semana largo. Tenemos un claro descenso de visitas, si comparamos con el año 2023. Se trata de familias que no pueden este año hacerse una escapada un fin de semana, básicamente porque no tienen el dinero, porque tienen que priorizarlo para otras obligaciones”; indicó la funcionaria que integra el gobierno encabezado por el intendente Gustavo Barrera.

La preocupación de los prestadores turísticos de los distritos de la costa atlántica (un panorama similar se registra en Pinamar o en el Partido de La Costa) es creciente, porque se vislumbra que este panorama lejos de atemperarse, se acrecentará, en especial a partir de la contínua suba de los servicios como la luz o el gas, además del incremento de los peajes, el alza de los precios de alimentos que no se detiene y en líneas generales, el aumento del costo de vida.

Natalia Megías –en declaraciones que hizo al portal “Pinamar Diario”- agregó que “… hay una importante merma en la cantidad de personas que ya ni siquiera tienen la posibilidad de decidir aunque sea a último momento el poder hacerse una escapada un fin de semana. Hay un sector de la sociedad que ya no puede irse de vacaciones”.

POCOS TURISTAS, Y MUY «GASOLEROS»

A este panorama se debe agregar que el poco turismo -en la comparativa con el año 2023- que aprovechó estos últimos dos fines de semana largos que tuvo el mes de junio, registró gastos absolutamente «gasoleros»; tanto en alojamiento como sobre todo en esparcimiento y gastronomía.

La funcionaria municipal resaltó que “al empresario o prestador turístico local le ocurre lo mismo que a cada familia, no llega a poder cumplir con sus obligaciones, por la suba en los servicios. Hay muchos que tienen que desistir de mantener sus alojamientos abiertos todo el año, y esto es de un enorme impacto negativo para toda la comunidad”.