Columna de Opinión:«¿Sí, se puede?» ¿De donde salió esta frase?
25 noviembre, 2019
En el año 1972 un trabajador agrícola activista, criticando a los que decían –no se puede- popularizó la idea-fuerza: “sí se puede”.
También Juan Guaidó en Venezuela la incluyó en sus discursos. Como él, el líder colombiano Belisario Betancur la incorporó en sus arengas, lo que lo llevó a un triunfo electoral inesperado. El “sí se puede” adquirió su máxima aptitud de persuasión en 2004 cuando Obama la usó en su campaña para el Senado de Estados Unidos.
Consideró muy cursi la expresión, pero fue Michelle Obama quien lo convenció que no era así. El tiempo le dio la razón y fue una especie de grito de guerra en todas sus campañas.
En nuestro país y sin ningún vínculo político y estimo, sin conocer estos hechos, la compositora y cantante Teresa Parodi estrenaba en los años ochenta el tema: “La Clementina” cuyo estribillo final rezaba: “se puede, se puede y si se puede, se debe”. Muy pegadizo y de profundo contenido filosófico y moral. Ya que a la idea de sí se puede, le incorporó una obligación de valor ético: si se puede: se debe!
Es tan así que en 1987 Antonio Cafiero, en su campaña para Gobernador de la Provincia de Buenos Aires la utilizó con ese sentido y obtuvo un brillante triunfo.
En contra de todos los pronósticos de encuestadores amigos, argentinos y extranjeros, a Mauricio Macri no le resultó, podríamos decir: “le salió el tiro por la culata”. Me pregunto el motivo y al analizarlo llego a la conclusión que primero Macri – como presidente- NO PUDO. ¿Qué haría pensar que en otro mandato podría?; segundo, la frase debería haber estado acompañada de ideas o propuestas, cosa que no se hizo; tercero, la idea vacía equivale a una receta no apetecible o desabrida.
Total: se jugó toda la plata en tres palabras. ¡¡¡Garrik: hacele otra receta!!!
(*) Abogado y Master en Derecho Penal y Criminología. Platense.