En horas de la mañana de este martes, el Teatro Municipal Brazzola fue sede de una muy importante actividad dirigida a los alumnos de 4to año de los distintos establecimientos educativos de nuestra ciudad, vinculada a la reflexión y prevención del Juego compulsivo y problemático on line.

La misma, se inscribe en el programa municipal de “Juventudes cuidadas”. Una propuesta integral que alude a un conjunto de políticas públicas orientadas a la inclusión y protagonismo juvenil y a la prevención sociocomunitaria ante situaciones de violencia.

Al taller de Prevención de Juego Problemático, lo llevaron adelante miembros del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires y el Centro de Estudios “Pensando en Políticas Públicas”.

El Intendente interino, Leandro Bordalecou, dio las palabras de bienvenida, explicó que es un tema que nos viene preocupando a todos los actores de la comunidad. Hizo hincapié, frente a estos consumos on line, en la necesidad de visibilizar esta problemática social e ir construyendo juntos herramientas y una red de instituciones para contener a quienes están vulnerados. Y explicó que estamos todos expuestos a la publicidad del juego on line, focalizando el ejemplo en el deporte y, en particular, el fútbol.

También, acompañaron el desarrollo de este encuentro, los secretarios municipales de Desarrollo Social, Yanina Gazzaniga; de Gobierno, Cipriano Pérez Del Cerro; de Desarrollo Turístico, Productivo y Cultural, Pablo Nápoli; y de Seguridad Ciudadana, Mariela Moscarella; el Subsecretario de Infancias y Juventudes, Lucio Alfonsín; el Secretario General de la Defensoría del Pueblo, Dr. Guillermo Peña; el Director General de la Defensoría del Pueblo, Lic. Eduardo Miguez; del Centro de Estudios “Pensando en Políticas Públicas”, el Dr. Carlos Garriga, miembro del consejo académico de esta institución; autoridades educativas y docentes.

Es importante señalar en este contexto que no toca atravesar que la ludopatía o juego patológico es una enfermedad emocional reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que impacta en diversos aspectos de la vida personal, familiar, laboral, social y económica, de quien la padece. Se ve afectada su capacidad de autocontrol y le resulta difícil decir “No”, siendo incapaz de aplazar el impulso o deseo por jugar.

Durante el taller, se explicó que las personas con problemas de juego son cuatro veces más propensas a sufrir situaciones de abuso de alcohol, tabaco y otras sustancias en comparación a las personas que no padecen esos inconvenientes con el juego.

Además, los niños con padres/madres que son jugadores compulsivos y/o problemáticos tienen hasta 10 veces más probabilidades de convertirse ellos mismos en jugadores con problemas respecto a los niños con padres/madres que no participan en juegos de azar.