Cientos de trabajadores de la histórica cooperativa Sancor, fundada a fines de la década del treinta del siglo pasado y que es símbolo de la industria lechera argentina, se encuentran desde hace meses afectados por significativos atrasos en el pago de sus haberes. Además, las deudas de Sancor son millonarias con la obra social que agrupa a los trabajadores.

Desde hace meses, el gremio de Atilra, que es el que representa a los trabajadores de Sancor, viene pugnando por el cumplimiento de las obligaciones por parte del sector patronal, realizando las distintas acciones de rigor, entre las que se incluyen distintas presentaciones ante los organismos pertinentes.

En los últimos días, son cientos los telegramas que los trabajadores enviaron a Sancor intimando el pago de haberes adeudados. De la misma forma procedieron la Obra Social del Personal, la Mutual de las y los trabajadores y Atilra. Las cifras adeudadas son escalofriantes y superan largamente los diez mil millones de pesos.

Todo indica que la situación derivará a la justicia laboral, civil y penal, si como se presume, Sancor no cumple con sus obligaciones, acumuladas durante meses.

La posibilidad de la quiebra es agitada y reconocida por los directivos de la empresa Sancor, con la inocultable intención de trasladar esa responsabilidad a los trabajadores, que lejos de tener la misma, sólo reclaman por lo que les corresponde.

DETALLES PARA ENTENDER EL PRESENTE

SanCor se encuentra en una situación de quiebra técnica porque presenta una situación patrimonial negativa. Es decir que el valor del pasivo es superior al valor de los activos, de modo que le resulta imposible saldar las deudas contraídas por los directivos que gestionan la cooperativa. Hace rato que la otrora ¨Gran Empresa Láctea Argentina¨ presenta un escenario que no cuenta con fondos ni respaldo para cumplir con los pagos de su monstruosa e inexplicable deuda.

SanCor, manejo mediante de sus directivos, cumple con todos los requisitos para ser declarada en quiebra:

•  No pueden realizar el pago de los salarios de la actividad, ni el pago de las indemnizaciones, etc.
  ●    No pueden pagar las cuotas de la seguridad social.
  ●    No pueden afrontar el pago de las obligaciones tributarias.

Todo esto doblemente agravado ya que a los trabajadores efectivamente se les deducen dichos montos dinerarios, pero esas sumas son retenidas indebidamente por los directivos de la empresa sin que esos aportes vayan adonde debieran ir, en perjuicio de los propios trabajadores, el Estado Argentino y aquellas entidades declaradas legalmente receptoras de dicha contribución.

TODO LO QUE PUEDEN SURGIR A LA LUZ

El sector gremial, involucrado de lleno en la defensa de los trabajadores, apunta a que el reclamo laboral y las denuncias penales abrirán la caja de Pandora y se podrá conocer a ciencia cierta el manejo de los fondos, tema que permanece guardado bajo siete llaves y eventualmente la responsabilidad de quienes han venido gestionando la cooperativa.

Conscientes de la tormenta que se avecina, los directivos también agitan el fantasma de los despidos, apelando a la debilidad de aquellos trabajadores flojos de espíritu y también de sesera.

Esos trabajadores reciben un mensaje en el que les dicen, palabra más o palabra menos: “culpa del sindicato SanCor quebrará y ustedes perderán el trabajo”.  Desde el sector patronal pretenden hacerles creer a los trabajadores que el problema son ellos y no que son quienes conducen la Cooperativa, quienes con sus desaguisados han tomado todas y cada una de las decisiones que permitieron llegar a esta lamentable situación.

BUSCAN LA COHESION DE LOS TRABAJADORES

Desde el gremio remarcan la imperiosa necesidad de sostener la situación de monolítica solidaridad de los trabajadores entre sí, haciendo también una denuncia anticipada sobre posibles intentos del sector patronal de “quebrar” esa unidad de los trabajadores. Atilra, como gremio que encabeza la lucha gremial por el cumplimiento de obligaciones básicas del sector patronal, afirma estar compenetrada en la defensa de la totalidad de los puestos de trabajo, que están en peligro por las malas decisiones de las autoridades de la Cooperativa.