El Concejo Deliberante local aprobó un proyecto de ordenanza por el cual se prohíben las fiestas clandestinas en todo el distrito, que además impone multas millonarias para los organizadores, inquilinos o propietarios de inmuebles y que alcanza a las inmobiliarias que intervengan en el alquiler de un bien para cualquier evento de fin de semana que no tenga autorización o habilitación municipal para tal fin.

El proyecto de Ordenanza había sido presentado en el Concejo Deliberante por el Ejecutivo municipal local, donde obtuvo la aprobación  por mayoría de los concejales del Frente de Todos.

El texto de la normativa señala que se prohíbe “la realización de fiestas privadas, ilegales, clandestinas, bailes o cualquier otra actividad realizada en predios privados sin autorización previa de la municipalidad”, definiendo como  fiestas clandestinas o ilegales “a toda reunión en la que participe el público en general en un sitio privado no habilitado o no autorizado por el Ejecutivo”.

La ordenanza fija duras multas para “quien o quienes resulten responsables de la organización de la reunión, a los titulares del dominio inmueble, al inquilino y a las inmobiliarias que arriendan una propiedad por alquiler de fin de semana”.

Asimismo, la norma aprobada, prevé sanciones, al tiempo que instituye al Juzgado de Faltas local para determinar el monto de las multas a aplicar, secuestros de equipos y las  medidas que considere aplicar, fijando un mínimo de un millón de pesos para la multa más económica, y hasta seis millones  si la contravención tiene agravantes como: presencia de menores de edad; suministro de bebidas alcohólicas, y la afectación del interés público.

“Lo que se quiere regular con esta ordenanza, son las actividades comerciales encubiertas, que implican riesgo para las personas que participan y que además persiguen un lucro. No se apunta a regular las fiestas familiares en el marco de la etapa de Distanciamiento Social Obligatorio. Estamos hablando de organizaciones en las cuales, aclararon desde el Frente de Todos.

En diálogo con La Voz de Zárate, el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Ríos, señaló que “la nocturnidad en vacaciones de verano, y durante todo el año, es un grave problema que este Concejo Deliberante y este municipio reconocen en Zárate. Y para ello se ha comenzado a trabajar en una modificación del código de nocturnidad”.

El edil comparó la medida con otros distritos de la Provincia, al indicar que “en Azul, sin ir más lejos, hay toque de queda por la conflictividad de la nocturnidad. En Mar del Plata y en otros distritos las multas son aún más onerosas que en Zárate. Por lo tanto consideramos que es una ordenanza transitoria, porque se limita a la pandemia; necesaria dado que apunta a regular estas actividades comerciales encubiertas, y será progresiva ya que luego de la pandemia continuaremos avanzando en regular este tipo de actividades cuando estemos en una `nueva normalidad’”.