La propuesta abarca un nuevo sendero pedestre de unos 5 kilómetros, que recorre los atractivos del patrimonio natural, cultural e histórico de la zona.

La localidad jujeña de San Antonio sumó a su oferta de turismo alternativo y rural un sendero interpretativo que se sumerge en la verde acuarela de esa región de valles y montañas, en la que se puede observar su variada fauna y ricos vestigios arqueológicos, a unos 30 kilómetros al sur de San Salvador.

Una cálida vida campesina, con una rica gastronomía casera, artesanías en cuero y construcciones de estilo colonial con calles estrechas que invitan a ser recorridas, configuran el atractivo de esta pintoresca comuna.

En torno a ello, la propuesta se complementa con los bosques y montañas que la rodean, donde el senderismo y las cabalgatas son las dos opciones destacadas del ecoturismo y el turismo aventura.

«San Antonio Natural» es el nombre de su renovada apuesta turística para esta temporada veraniega, que propone un nuevo sendero pedestre de unos 5 kilómetros, que pone en valor el patrimonio natural, cultural e histórico de la zona.

El informante turístico de la comuna, Matías Díaz, dijo a Télam que «el visitante podrá conocer sobre las especies autóctonas de la región, encontrarse con variedades de tipas, zonas de humedales, sectores destinados a la observación de aves y llegar hacia unos de los atractivos más destacados que tenemos, que es el Mirador Cerro la Cruz».

El recorrido es circular, está dotado de señalética y tiene solo unos 150 metros de desnivel en ascenso para arribar al mirador mencionado, que marca el punto más elevado, a unos 1.500 metros sobre el nivel mar.

Desde el mirador se tiene una vista panorámica de toda la zona, con sus espacios completamente verdes y las áreas urbanizadas, todo atravesado por varios cauces de agua.

Respecto de los vestigios arqueológicos que se pueden avistar durante el recorrido, Díaz reveló que están asociados, entre otros, al sitio arqueológico Agua Hedionda, que se configura como un «centro administrativo de la época incaica, donde se han encontrado numerosas qolqas, que eran silos de almacenamiento de alimentos».

El recorrido, que se puede concretar en aproximadamente dos horas y media, comienza en una sala de interpretación también inaugurada esta temporada, frente a la plaza central de San Antonio, donde los visitantes pueden obtener folletería sobre ese y otros atractivos y ver un cortometraje explicativo de la experiencia y todo lo que podrán disfrutar en su trayecto.

Los conocedores aconsejan adentrarse por el sendero acompañados de guías capacitados, quienes podrán enriquecer la experiencia con testimonios y datos del entorno natural y del patrimonio cultural.

En ese sentido, el municipio programó para todos los domingos hasta fines de febrero una salida diaria a las 17, para la que se pueden reservar cupos individuales o grupales a través de este enlace.

Para realizar una visita guiada en algún otro momento de la semana, también se puede pedir información y hacer las reservas a través de WhatsApp, al 388-5749822.

El recorrido es circular, está dotado de señalética y tiene solo unos 150 metros de desnivel en ascenso
El informante turístico explicó que San Antonio complementa la experiencia de contacto con la naturaleza mediante una variada propuesta gastronómica y cultural.

En ese sentido, dijo que el pueblo «se caracteriza por sus quesillos y elaboraciones derivadas; su vino patero artesanal; las clásicas tortillas rellenas; por sus artesanías en cuero; todo englobado en una arraigada cultura gaucha, con mucha gente dedicada a las labores del campo. San Antonio es tierra de tradiciones».

El sendero inaugurado forma parte de una primera etapa de un circuito proyectado hasta el límite con Salta, que suma un total aproximado de 15 kilómetros y que conectará con vestigios del antiguo «Camino Real», que es una traza que atravesaba la zona para vincular el Virreinato del Río de la Plata con el Alto Perú, como se denominaba a la actual Bolivia.

FUENTE:TELAM