Además de la falla en la caldera, las rejillas y las aberturas del domicilio estaban selladas con cinta y nylon. Ahora se intenta determinar quién tapó de ese modo las vías de ventilación de la casa, que podrían haber minimizado el efecto del monóxido de carbono.

Las víctimas fueron identificadas como Demetrio De Nastchokine, 79 años, y su mujer, Graciela Just, 74; también estaban Andrés De Nastchokine, de 43, y Marie Lanane, de 42, que eran los padres de la quinta víctima fatal, Elisa De Nastchokine, de 4 años.

Andrés, Marie y sus dos hijos habían llegado el lunes de esta semana a la Argentina para visitar a su familia. Un día más tarde, estaban todos muertos menos la menor de las criaturas, que tiene entre dos y tres años.

Quien descubrió el terrible escenario fue Mariana, otra de las hijas de Demetrio y Graciela, porque nadie le contestaba el teléfono y fue a la casa de Villa Devoto a ver qué pasaba.

La mujer se desvaneció apenas abrió la puerta de la casa de sus padres, presuntamente también por la inhalación de monóxido de carbono.

Un vecino observó la secuencia y llamó al 911, lo que dio inicio a un operativo en el que intervinieron 10 ambulancias del SAME y personal de Bomberos y Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Al llegar a la casa los efectivos supieron por Mariana De Nastchokine que «se mareó al abrir la puerta principal» de la casa de sus padres.

Luego encontraron los cuerpos: en una habitación del primer piso hallaron a Andrés y Marie, y a su hija más grande, y en otro cuarto dieron con el bebé, que estaba consciente, pero con «síntomas de intoxicación por monóxido de carbono», por lo que fue derivado al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez tras pasar por el Zubizarreta.

En un cuarto del segundo piso se localizó a los dueños de casa, ambos fallecidos.

De manera inmediata personal de bomberos procedió a la apertura de las distintas ventanas y puertas, a fin de ventilar el domicilio. Una vez que el ingreso fue asegurado, personal de SAME constataron las muertes de cinco integrantes de la familia.

El caso quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°48, a cargo de Eduardo Rosende.