Convulsión febril: Qué es y cómo actuar ante un cuadro como el que sufrió la hija de Paula Chaves
18 julio, 2022
El 5% de los niños de 6 meses a 5 años pueden padecer ese tipo de convulsiones. Qué se debe hacer y qué se desaconseja cuando los chicos tienen esas crisis, según reconocidos neurólogos infantiles
El miércoles pasado la conductora de televisión y modelo argentina Paula Chaves vivió un gran susto mientras se dirigía a una guardia para hacer atender a su hijo Baltazar, de cinco años, que estaba descompuesto. En plena autopista Panamericana, su hija más pequeña, Filipa, tuvo una convulsión. Un motoquero la ayudó hasta llegar al centro de asistencia médica para cuidar a Baltazar, y la modelo destacó días después su actitud solidaria en las redes sociales. La nena tuvo una convulsión febril, el trastorno neurológico más frecuente en las emergencias pediátricas. En la mayoría de los casos, es benigno.
En su cuenta en la red social Instagram, Chaves contó qué le pasó a la beba: “Hoy por suerte estamos bien, ayer yendo a la guardia por Balta que estaba muy caído por vomitar sin parar, Filipa, que tenía una mínima febrícula producto de una posible otitis, convulsionó”. La niña tiene dos años y ya había sufrido un episodio similar en diciembre. Según la conductora “los médicos le explicaron que el cuadro no reviste gravedad. “A ella no le afecta neurológicamente porque el foco de la convulsión es la fiebre, pero imaginen cómo estaba yo”, reconoció. Filipa nació el 4 de julio de 2020.
Las convulsiones como la que tuvo la hija de Chaves consisten en cambios temporales súbitos en el movimiento, sensación o comportamiento físico que son causadas por impulsos eléctricos anormales en el cerebro. Existen varios tipos de convulsiones o crisis convulsivas. Algunos duran solamente unos segundos, mientras que otros pueden durar incluso varios minutos. El tipo específico de la convulsión que sufre una persona depende de la parte del cerebro donde empieza, cómo se extiende y cuánto, o qué parte del tejido del cerebro toma parte.
Hay diferentes situaciones en las que se pueden producir convulsiones en niñas y niños y diferentes acciones para tener en cuenta. Una de ellas son las convulsiones febriles como la que tuvo la hija de Chaves.
“Una convulsión es un fenómeno por el cual hay una descarga eléctrica en el cerebro de la persona. Se pierde el control del movimiento. Tiene espasmos. Pierde la conciencia, entre otros cambios”, dijo a Infobae Hernán Amartino, jefe de neurología infantil del Hospital Universitario Austral.
El 5% de los niños pequeños puede tener convulsiones febriles. “Generalmente no son graves, ni tienen consecuencias negativas para su desarrollo posterior o su aprendizaje”, señaló Amartino. “Los padres viven el momento con mucho temor porque no entienden qué les pasa a los niños cuando se desarrolla la convulsión febril por primera vez. En la desesperación, algunos padres les hacen maniobras que no corresponden, como abrirle la boca. O los llevan en auto y pasan el semáforo en rojo y chocan”, comentó.
Es importante que los padres comprendan que un bebé con convulsiones febriles pueden volver a tenerlas. Incluso, cuando la fiebre está solo en 37,8°. En algunos casos, hay antecedentes familiares con las mismas convulsiones, informó el especialista. Las convulsiones febriles ocurren en 3 ó 4 de cada 100 niños entre seis meses y cinco años de edad, pero con más frecuencia en niños entre los 12 y 18 meses de edad, según la plataforma HealthyChildren avalada por la Academia Estadounidense de Pediatría.
Una niña o un niño que tiene su primera convulsión febril simple cuando tiene 1 año de edad tiene aproximadamente un 50 % de probabilidad de sufrir otra, mientras que los niños que tienen su primera convulsión febril cuando son mayores de 1 año de edad tienen cerca de un 30 % de probabilidad de sufrir una segunda convulsión. Sin embargo, solamente un número muy pequeño de los niños que sufren de convulsiones febriles tienen epilepsia en el futuro.
La convulsión febril sucede generalmente durante las primeras horas en que los niños tienen fiebre. Después de la crisis convulsiva, el niño vuelve rápidamente a la normalidad. Por lo general, las crisis convulsivas duran menos de un minuto. Aunque en algunos casos puede durar más de 15 minutos.
Según dijo a Infobae la médica neuróloga Rosana Ocampo, del Hospital de Niños Vilela de la ciudad de Rosario, en Argentina, las convulsiones febriles son episodios que pueden afectar a los niños entre los 6 meses de vida y los 5 años. Se pueden producir cuando tienen más de 37,8 grados de temperatura. “Es el trastorno neurológico más frecuente de las emergencias pediátricas”, comentó la doctora Ocampo, quien hizo una presentación sobre el tema ante la Sociedad Argentina de Pediatría.
Hay dos tipos de convulsiones febriles. Según explicó el doctor Amartino, están las convulsiones febriles simples, que es una crisis generalizada que dura menos de 15 minutos. Se produce una vez en 24 horas. En cambio, las convulsiones febriles complejas duran más tiempo. Duran más de 15 minutos y se producen 2 ó más convulsiones en el transcurso de un día.
“En las convulsiones complejas, requieren más estudios, porque podrían ser el inicio de otros trastornos, como la epilepsia”, expresó el médico. “En el caso de las convulsiones febriles simples, no se debe dar tratamiento preventivo permanente”, agregó. “En los casos de niños que ya han tenido convulsiones simples, los médicos pueden indicar medicamentos en situaciones especiales por la posibilidad de que se puedan repetir”, dijo Amartino.
“Durante la convulsión, se debe aflojar la ropa del niño y ponerlo de costado”, aconsejó la médica. Señaló que no hay que forzar la apertura de la boca, ni darle líquidos. Se le deben poner paños fríos para que baje la fiebre en la cabeza, la ingle y las axilas. Si se prolonga más de 2 a 3 minutos llamar a la urgencia”, subrayó la doctora Ocampo.
Las convulsiones febriles muy pocas veces se presentan más de una vez en un período de 24 horas. Si su niño tiene una convulsión febril, los adultos deben actuar de inmediato para prevenir lesiones. “Hay que evitar que el niño se golpee mientras dura la convulsión”, remarcó Amartino. Se debe colocar al niño o a la niña en el piso o sobre una cama alejado de objetos duros o punzantes. Se debe mover su cabeza hacia un lado para que la saliva o el vómito puedan drenar desde la boca. No se le debe poner nada en su boca. Si la convulsión no termina en 5 minutos, se debe llamar al número de emergencia.
Cuando un niño o niña tiene una convulsión febril, un profesional de la salud debería examinarlo para determinar la causa de la fiebre. Es más importante determinar y tratar la causa de la fiebre primero que la convulsión. Se le puede hacer una punción lumbar (procedimiento médico) para saber si tiene una infección grave como la meningitis, especialmente si el niño es menor de 1 año de edad. Por lo general, no se recomiendan medicamentos preventivos para el tratamiento preventivo de una convulsión febril simple.
FUENTE:INFOBAE