Un incendio que se presume intencional (aunque esto no está confirmado) destruyó casi por completo la sede la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza. El hecho ocurrió en las últimas horas.

En el lugar ahora destruido de forma íntegra por el fuego se realizaban de forma cotidiana todo tipo de actividades sociales, culturales y políticas.

La denuncia se radicó en sede policial y judicial. El fuego destruyó absolutamente todo: los damnificados enumeraron las pérdidas, entre lo que se cuentan sillas, mesas, libros, cuadros y otros objetos de importante valor simbólico y afectivo.

El lugar está ubicado en la intersección de las calles Esnaola y Cabrera, junto a las vías del Ferrocarril Roca, en San Justo, partido de La Matanza.

Beatriz Capdevila, integrante de APDH, confirmó que no saben aún de forma fidedigna las causas del incendio y recordó: «Cerca de las diez de la noche nos llamaron los vecinos, diciendo que veían fuego y que habían llamado a otros vecinos y a los bomberos. A veces prenden fuego un basural, que no termina nunca de erradicarse ni de cerrarse, una larga historia. Fuimos para allá, y estaban dos camiones de Bomberos y la Policía. Una de las personas que pernocta en la zona -porque detrás de la vía hay gente en situación de calle que se queda a vivir ahí – dijo que vio el fuego y avisaron».

«Hace seis años que estamos allí. Nosotros somos militantes, no funcionarios. Todo lo hacemos a pulmón. Perdimos mesas, sillas, bancos, todo quemado, libros, hacemos actividades los miércoles con los chicos en un centro de día». También, Capdevila confirmó que perdieron las tres  casillas donde recibían a personas en situación de calle y solamente se salvó un espacio de material, el SUM.

APDH ya efectuó la denuncia y, consultada sobre si el incendio pudo haber sido intencional, Capdevila dijo: «No te puedo decir. Mil cosas pueden haber pasado».

Además, la integrante de APDH contó que a raíz del hecho recibieron el llamado de la secretaria de Derechos Humanos del Municipio de La Matanza, Amira Curi.