Covid 19 Mientras el COVID no cede, los casos de gripe treparon casi 150% este año en la Argentina
2 agosto, 2022
En 2022 también creció la incidencia de los casos de neumonía y bronquiolitis, informó el Ministerio de Salud de la Nación. Cuáles son las razones de los incrementos con respecto al año anterior, según expertas en infectología
Durante el año 2022, los casos de personas con gripe, neumonía y bronquiolitis en la Argentina han aumentado notablemente con respecto al año anterior. Son enfermedades respiratorias que habían bajado su incidencia por el impacto indirecto de las medidas de prevención para el COVID-19. Pero tras el relajamiento actual la situación cambió: la incidencia acumulada de gripe creció el 146% en comparación con el año pasado, y la de la neumonía, el 11%. En tanto, la incidencia de la bronquiolitis (que afecta más a las niñas y los niños durante el primer año de vida) aumentó el 209% este año, según el último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación.
Mientras tanto, la pandemia por el coronavirus continúa en la Argentina. Se produjo una suba del 23% en los casos confirmados de COVID-19 si se tiene en cuenta la fecha de inicio de síntomas durante las últimas dos semanas. Esta ola estaría siendo impulsada por los sublinajes Ómicron BA.4 y BA.5 del coronavirus que son más transmisibles que las anteriores. El coronavirus es más frecuente hoy en los testeos que se hacen que los virus de la gripe o el virus sincicial respiratorio, que causa la bronquiolitis.
“Al analizar el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud, se observa que las enfermedades como la gripe, la neumonía, y la bronquiolitis están en aumento hacia un retorno a los niveles históricos anteriores a la pandemia. Pero hay que ver cómo cierra el invierno. En septiembre, se verá si sólo fue un retorno al registro histórico en números absolutos y relativos”, comentó a Infobae la doctora Leda Guzzi, integrante de la comisión de Comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología y médica infectóloga de la Clínica Olivos y del Hospital Santa Rosa del partido de Vicente López.
Con respecto a la situación de la gripe -que es causada por el virus de la influenza-, se produjo una situación inusual este año. Los casos de personas con gripe empezaron a registrarse durante el verano, y la tasa de incidencia acumulada es de 1.255 casos por cada 100.000 habitantes. No solo aumentó con respecto al año anterior sino que está cerca de alcanzar los niveles de los años 2016 y 2017 que fueron 1.572,5 casos y 1474,1 casos por cada 100.000 habitantes respectivamente. Hasta la semana la primera quincena de julio se habían registrado 95 muertes por gripe durante el transcurso del año.
Con respecto a la neumonía (que puede ser causada por bacterias como el neumococo o por diferentes virus), la tasa de incidencia acumulada es de 193,6 casos por 100.000 habitantes en 2022. También está volviendo a aproximarse a los valores de 2016 y 2017 (274,9 y 231,3 casos respectivamente).
En cuanto al número de casos con bronquiolitis, este año dio un salto con respecto al primer y al segundo año de la pandemia: se registraron 6.657,4 casos por cada 100.000 habitantes. Pero aún no llegó a la tasa de incidencia acumulada de 2019, que era de 9.150,6 casos.
“A pesar de que la pandemia continúa, se volvió a la normalidad en cuanto a las otras infecciones como gripe, neumonía y bronquiolitis. Este año las temperaturas bajaron antes. También los virus como el sincicial respiratorio tuvieron una mayor tasa de ataque ya que había más chicos susceptibles porque durante los años anteriores no habían tenido la infección”, dijo a Infobae Liliana Vázquez, de la Sociedad Argentina de Infectología y médica infectóloga de la Clínica Maternidad Suizo Argentina y el Sanatorio Finochietto. “Hoy la recomendación principal es que las personas deben acercarse a los centros de salud o a los vacunatorios específicos para tener al día tanto las vacunas contra el COVID-19 como la antigripal y para otras infecciones que están dentro del calendario oficial de inmunización”.
Mientras tanto, hay otra ola del COVID-19: los casos de personas diagnosticadas con el COVID-19 están aumentando desde la segunda quincena de junio si se considera el reporte según la fecha de inicio de síntomas. Y se sabe por los estudios de vigilancia del Instituto ANLIS/Malbrán que los sublinajes Ómicron BA.4 y BA.5 del coronavirus estaban circulando más en junio en la Argentina, como ocurrió también en otros países de América del Sur.
“En provincia de Buenos Aires, en el 80% de las muestras seleccionadas de pacientes con COVID-19 se detecta los sublinajes Ómicron BA.4 y BA.5 durante las últimas dos semanas de julio. Si bien el número de muestras analizadas es pequeño, consideramos que hay una presencia mayor de esos sublinajes que en el mes anterior no se registraba. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el aumento de casos no se ha acompañado por el momento con un aumento en las hospitalizaciones”, dijo a Infobae Teresa Varela, epidemióloga del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
Los casos de COVID-19 habían empezado a aumentar en abril y volvieron a bajar en junio, con el impulso de la propagación de Ómicron BA.2. Desde la semana del 19 de junio hasta el último domingo, los casos confirmados de COVID-19 según fecha de inicio de síntomas se incrementaron un 83,6%: se pasó de los 3.628 casos como promedio semanal a 6.661 casos, según el análisis del doctor Jorge Aliaga, secretario de planeamiento de la Universidad Nacional de Hurlingham, en diálogo con Infobae.
Si tiene en cuenta la incidencia nacional, en las últimas dos semanas, los casos reportados según la fecha de inicio de síntomas subieron un 23%. Capital, Catamarca, Chaco, Córdoba, Formosa, Jujuy, Salta, y Tucumán son las jurisdicciones del país en las que más han crecido los casos notificados. Claro que los casos reales de personas con COVID-19 serían más que los reportados porque desde abril pasado en el país, por consenso en el Consejo Federal de Salud, solo se hacen testeos a los grupos priorizados, como las personas mayores de 50 años, las que tienen condiciones de riesgo, especiales que residan, trabajen o asistan a ámbitos como instituciones carcelarias, instituciones de salud, entre otros.
En cuanto a las hospitalizaciones en terapia intensiva por el COVID-19, también están en aumento. Llegaron a un mínimo en mayo pasado, pero fueron luego creciendo lentamente. Eran 303 pacientes internados diarios en terapia intensiva en la semana del 15 de mayo como promedio semanal, y pasaron a ser 457 pacientes diarios durante la última semana de julio.
En cuanto a los fallecimientos, se mantienen las cifras bajas reportadas, pero el registro tiene limitaciones. Se reportaron 7 muertes diarias por COVID-19 por fecha de fallecimiento como promedio semanal a fines de mayo. Crecieron 10 muertes diarias en la semana del 10 de julio pasado. Y hubo 6 fallecimientos diarios como promedio semanal en base al último reporte oficial, pero habría carga demorada de fallecimientos en varias jurisdicciones.
“Las internaciones por COVID-19 sí han subido un poco durante el último mes. Pero en cuanto a los fallecimientos, hay demora en la carga de datos. Por lo cual, habría más muertes diarias de las que se han reportado hasta ahora, pero no serían muchas”, comentó el doctor Aliaga.
En tanto, Martín Barrionuevo, senador provincial por Corrientes y analista de los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación, comentó: “Los casos de COVID-19 sí están creciendo, pero por el alto impacto de la vacunación las hospitalizaciones y los fallecimientos no han aumentado tanto como en la gran ola del otoño y el invierno del año pasado. Esto remarca la importancia de que la gente vaya a completar el esquema inicial y a recibir los refuerzos que le correspondan para que la vacunación siga dando protección contra los cuadros graves y las hospitalizaciones”.
La pandemia por el coronavirus sigue en el país, pero hay una notable diferencia en su impacto en cuanto a hospitalizaciones y muertes por la alta cobertura de la vacunación en la población. Hace un año, la tasa de vacunación nacional estaba en el 14,8% para la cobertura con el esquema inicial con dos dosis. En cambio, hoy el 82% de la población ya tiene el esquema. El año pasado, la tasa de fallecimientos por COVID-19 era de 10.841 muertos por cada 100.000 habitantes. Ahora, es mucho menor: solo 2.851 por cada 100.000 habitantes.
La mayor incidencia de la gripe, la neumonía y la bronquiolitis en el contexto de la pandemia por el coronavirus se debe a varios cambios. Según la doctora Guzzi, “la flexibilización de todas las medidas sanitarias aplicadas a gran escala para la mitigación de la pandemia -que limitaban el encuentro y la circulación de las personas como así también la liberación en el uso de los barbijos- facilitó el reinicio de los ciclos de transmisión de los virus respiratorios propios de todos los inviernos. Esos ciclos se redujeron significativamente en 2020 y aunque en menor escala en 2021. En esos dos años se constató una menor incidencia de enfermedades respiratorias graves, excepto COVID-19″.
Otro factor es que las tasas de las vacunas que están dentro del calendario oficial en 2020 cayeron significativamente. Bajó la tasa de vacunación contra el virus de la influenza y el neumococo (es una bacteria que puede causar otitis, sinusitis, neumonía, meningitis, entre otras). “Algunos de los pacientes que son candidatos a recibir las vacunas del calendario pueden no haberlas recibido en los años anteriores y ahora son más susceptibles a enfermar”, señaló Guzzi.
Durante los dos primeros años de la pandemia, las niñas y los niños estuvieron limitados en sus encuentros y actividades sociales, a la vez que los adultos mayores también tenían menos contacto con ellos. “Esa situación limitó la circulación de virus respiratorios tanto dentro de las infancias, como de los niños y niñas a los adultos mayores”, precisó Guzzi.
“Con la vuelta a la normalidad, la dinámica viral habitual de todos los inviernos retornó y esto está llevando a más cuadros respiratorios en los extremos de la vida y eso puede implicar la reemergencia de los casos más graves también –sostuvo Guzzi-. De todos modos, a pesar de que aumentaron los casos de gripe, neumonía, y bronquiolitis este año y que también suben los casos de COVID-19, los aumentos no están tensionando el sistema de salud, ni en la ocupación de camas en los hospitales”.