OPINAN ESPECIALISTASMenopausia: ¿Qué tan informadas llegan las mujeres a esta etapa?

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Menopausia: ¿Qué tan informadas llegan las mujeres a esta etapa?

30 mayo, 2023 Desactivado Por Germán Costanzo Castiglione

Más allá de los «calores», que tiene mucha divulgación, existen otros síntomas de la menopausia y una bateria de tratamientos (farmacológicos y no) que pueden permitir transitar esta etapa con una buena calidad de vida. ¿Cuánto saben las mujeres realmente sobre este periodo de la vida que es el más largo por el aumento de la esperanza de vida?

En tiempos vertiginosos, escuchar al cuerpo se puede transformar en todo un desafío. Más para las mujeres que, después de los 40 años, están más activas que nunca. No solo asumen roles múltiples que van desde el trabajo a la maternidad, sino que también muchas se replantean sus vínculos afectivos y hasta se esfuerzan por aprovechar mejor el tiempo libre.

Entre estas agendas, siempre abultadas, aparecen sin avisar cambios en el cuerpo que, aunque conocidos, no siempre son percibidos como tales. Ellos son ni más ni menos que los primeros síntomas de la transición hacia la menopausia. Pero ya sea por las ocupaciones o porque el tema sigue siendo tabú, ¿llegan a reconocerlos? O mejor dicho, ¿están realmente preparadas e informadas para recibir esta etapa de la vida, que será la que más las acompañe?

En concordancia con esta idea, la Directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belski, realizó un video en Instagram al que tituló ‘Hablemos de menopausia. Rompamos el tabú’, en el que dijo que ella misma “no tenía la menor idea” de ningún síntoma.
“No puedo creer que no nos enseñen desde muy chicas que vamos a estar en un proceso de menopausia, que nos van a pasar un montón de cosas que van a alterar nuestro humor, nuestra salud, nuestro bienestar y que hay un montón de cosas para hacer para que esto se lleve lo mejor posible”, sentenció.

Si bien Belski no entró en esta etapa, sí vivenció las primeras señales como levantarse empapada de la cama a causa de los calores nocturnos y cierta merma en la memoria (al punto de haber dejado el celular en la heladera). En carne propia sintió la falta de información, motivo por el cual en Amnistía van a empezar a trabajar esta agenda como un tema de salud sexual y reproductiva.

Se sabe que las mujeres a partir de los 40 a 45 años comienzan a tener algunos síntomas o signos inherentes a la transición a la menopausia y que en efecto se instala entre los 45 y los 55 años, con una media de los 50 años para las habitantes de nuestra región. ¿Pero qué tan informadas llegan al consultorio?  Según la médica ginecóloga Rita Caro, expresidenta de la Asociación Argentina para el Estudio del Climaterio (AAPEC), están al tanto de poco.

“La información previa que poseen es bastante limitada, algo que realmente llama la atención en esta etapa de tanta comunicación. No saben muy bien sobre su posibilidad en cuanto a la fertilidad, si tienen que cuidarse, o bien si pueden utilizar métodos anticonceptivos hormonales en esta etapa de su vida”, indicó la experta.

La médica arriesga que los pocos datos con los que llegan las mujeres a la consulta pueden tener que  ver con que este sigue siendo un tema tabú. “Lamentablemente, la palabra menopausia aún es tomada como peyorativa en nuestra sociedad occidental, se la asocia con la sensación de envejecimiento y por ende a la discriminación. Esto no sucede en las sociedades orientales, donde el paso del tiempo está considerado una condición de sabiduría”, señaló Caro y llamó a que se debe cambiar su connotación negativa, “dado que las mujeres vivimos la mayor parte de nuestra vida en la la menotransición y postmenopausia, por el aumento de la expectativa de vida”.

Para ello hay que educar a los profesionales de la salud primero, para que incentiven a las pacientes a hablar y que estén capacitados para explicarles que, durante esta etapa, se puede vivir plenamente.

“Aún hoy es muy difícil que la mujer pregunte y los médicos, en el apuro de la consulta, no solemos preguntar más allá de lo necesario. Tenemos que incentivar a las mujeres a que si quieren hablar de esto, busquen el momento y la forma adecuadas, algo que se logra con una buena relación médico-paciente”, remarcó la experta, que también se desempeña en  la Federación Latinoamericana de Sociedades de Menopausia y Climaterio.

Síntomas

La menopausia se define como la ausencia de menstruación durante un período de 12 meses consecutivos, debido a la disminución de la producción de hormonas sexuales femeninas, especialmente el estrógeno y la progesterona. Esta transición hormonal puede llevar a una serie de síntomas físicos y emocionales que varían en intensidad de una mujer a otra.

Entre las manifestaciones más comunes se encuentran los sofocos, los cambios de humor, la sequedad vaginal, la disminución de la libido, la dificultad para dormir y los problemas de memoria, que pueden afectar la calidad de vida y el bienestar emocional. Otras mujeres, en cambio, experimentan sentimientos de liberación al no preocuparse más por la menstruación o el embarazo. En ambos casos, lo importante es disponer de información para entender que este proceso es natural y que se lo puede transitar de la mejor manera posible.

“Al principio, en la transición a la menopausia, lo que más les preocupa a las consultantes son las faltas o las alteraciones en su ciclo, ya sea en frecuencia o en la cantidad (sangrado abundante)”, detalló la doctora Caro, actual delegada internacional de la AAPEC. Y aclaró que estas alteraciones pueden estar acompañadas o no de los famosos ‘calores’, que pueden ser diurnos o nocturnos y variar en frecuencia, duración e intensidad.

“A más calores se presenten por día, con más durabilidad y más intensidad, mayor será el riesgo para la mujer, ya que además de alterar la calidad de vida, estos episodios están relacionados de forma significativa con alteraciones cardiovasculares”, indicó.
Caro recordó que los ginecólogos, en la práctica, suelen cumplir el rol de ‘médicos de atención primaria’ de la mujer, ya que las atienden desde la adolescencia, la edad fértil y la menopausia”.

Por ende, los especialistas en climaterio deben prestar especial atención a los factores de riesgo previos de la consultante, como el sobrepeso; la obesidad; el síndrome metabólico; el aumento de los lípidos, colesterol, triglicéridos e hipertensión arterial.  También deberán realizar una evaluación de la paciente para comprobar su estado clínico general y la salud de sus huesos.

“En esta etapa, el descenso de los estrógenos, que es la hormona madre femenina, suele traer aparejado oscilaciones en los estados de ánimos, cambios de carácter, pero siempre con una base previa”, explicó la especialista. En síntesis, puede exacerbar una condición ya existente, pero “la menopausia en sí no produce cuadros psiquiátricos ni psicológicos”.

Con todo, “es una etapa crítica de la mujer, en la que los hijos están yéndose de su casa o están independizándose, donde si tienen pareja la tienen hace mucho tiempo y si no la tienen están en la búsqueda y les resulta más difícil si están con toda la sintomatología de esta etapa”, remarcó.

Otro de los problemas que reportan muchas mujeres es la pérdida de concentración y de memoria. La doctora Lucía Crivelli, Jefa de Neuropsicología de Fleni, indicó “se registran muchos casos de mujeres que durante la transición menopáusica -entre 6 y 8 años antes del cese de la etapa reproductiva- reportan quejas mnésicas, como pequeños olvidos, dificultades en la evocación de palabras”.

Crivelli remarcó que “además se encontró que pueden aparecer fallas en la performance cognitiva en las habilidades de aprendizaje, la fluencia verbal fonológica y la memoria verbal”, pero que estos déficits pueden deberse también a una baja atencional.

De acuerdo con el repositorio PubMed, en los últimos años comenzaron a aparecer los primeros estudios que vinculan la menopausia con la llamada ‘niebla mental’, o brain fog en inglés. Sin embargo, según relató la experta en Neuropsicología, “aún no existe suficiente evidencia que vincule este síntoma reportado con mecanismos específicos ni con ciertos niveles hormonales”.

Con todo, en palabras de la doctora, “no es posible descartar que los cambios en la cognición de las mujeres en esta etapa vital no se deban al efecto de los otros síntomas que se presentan y reportan (como calores intensos, insomnio y cambios anímicos)”

De hecho, la dificultad para conciliar el sueño, “es uno de los síntomas más reportados por las mujeres durante esta etapa vital y sí, es definitivamente uno de los factores a tener en cuenta a la hora de considerar la falta de concentración y estas pequeñas fallas mnésicas”, ya que el mal descanso se correlaciona “con una peor perfomance cognitiva en todos los individuos”.

La buena noticia es que existen estrategias para revertir estos efectos que reportan las mujeres y es importante saber que todas las esferas de funcionamiento afectadas deben ser abordadas de manera integral. Es decir, “contemplar el tratamiento del insomnio, la psicoterapia para los síntomas anímicos y consultar con un médico clínico en caso de que ‘los calores’ sean tan intensos y disruptivos que estén afectando su vida cotidiana”, indicó la jefa de Neuropsicología del Fleni. Por otro lado agregó que “sería pertinente que consultaran por una evaluación cognitiva formal y en caso de presentarse déficit, descartar otras posibles causas clínicas”.

“Luego, si el neurólogo lo sugiere, podría iniciarse un tratamiento de rehabilitación cognitiva. Siempre se puede estimular y ejercitar la memoria, la atención sostenida y el rendimiento cognitivo en general”, cerró Crivelli.

 

FUENTE:TELAM/Por Celina Abud – Red Argentina de Periodismo Científico