A los 76 añosLa música de T Bone Burnett asume la calidez de los sonidos acústicos
2 mayo, 2024
A los 76 años, el productor de Bob Dylan y la banda de sonido de “O Brother, Where Art Thou?” acaba de publicar un nuevo disco. “Es la experiencia más pura que he tenido haciendo música”, afirma
A una edad en la que muchos contemporáneos contemplan la jubilación, T Bone Burnett ha hecho grandes cambios en su vida y en su arte. Célebre sobre todo por su perspicacia en la producción, abandonó Los Ángeles para trasladarse a Nashville y grabó un cálido disco de sus propias canciones por primera vez en casi dos décadas. Los rockeros indie Lucius y Rosanne Cash añaden sus voces a la colección acústica. “Estoy muy agradecido de que esta música haya llegado a mí de la nada y sin ni siquiera intentar que sucediera”, dice Burnett, de 76 años, y agrega: “Se siente como la experiencia más pura de hacer música que he tenido nunca”.
Su disco, The Other Side, se publicó el mismo día que The Tortured Poets Department de Taylor Swift. Está claro que no compiten en lo más alto de las listas de éxitos. “Taylor Swift es una persona milagrosa”, dice Burnett. “Es una increíble fuerza del bien en el mundo. Es como Springsteen. Conecta con el público. Eso es un don de Dios. Y ese no es mi don”.
Músico y productor de éxito
Aunque Burnett se dio a conocer musicalmente como guitarrista durante la gira Rolling Thunder Revue de Bob Dylan en los años 70 y grabó periódicamente sus propias canciones, ha sido más a menudo una presencia espectral y benévola en el estudio trabajando como productor de célebres artistas.
Las producciones de Burnett de la banda sonora de la película O Brother, Where Art Thou? y el disco Raising Sands de Alison Krauss y Robert Plant son célebres y responsables de 13 premios Grammy. Su lista de créditos también incluye un Dylan en solitario años después, Counting Crows, Brandi Carlile, Elvis Costello, Sara Bareilles, Roy Orbison, Los Lobos y su ex mujer, Sam Phillips. Elton John dijo una vez que Burnett le devolvió el amor por la grabación. Las bandas sonoras de películas como Cold Mountain, Crazy Hearts y Nashville llevan su sello.
“Es un director magistral”, define Alison Krauss en una entrevista. Mientras que algunos productores quieren manipular los sonidos, dice, Burnett se propone “conseguir la interpretación más honesta y despejada de cada músico y vocalista”.
Aunque le gustaban los Beatles y otros intérpretes mientras crecía en Fort Worth (Texas), a Burnett también le intrigaban los maestros detrás de la consola de sonido como Phil Spector y Burt Bacharach. Trabajar en privado, mezclando sonidos en algo especial -por no hablar de estar casado con la actriz Angie Dickinson, en el caso de Bacharach- “es la vida que hay que tener”, dice Burnett.
Consciente de que en el estudio es donde el artista se encuentra más desnudo, intentando plasmar su creatividad en una cinta en blanco, Burnett afirma que su filosofía es que el 90 por ciento del trabajo consiste en ofrecer apoyo. “El apoyo y el ánimo, la paciencia y el coraje son una parte importante”, afirma. “Gran parte consiste en estar dispuesto a esperar. Y tener fe en que se va a conseguir cuando las cosas no vayan bien”. A veces, el mejor consejo puede ser algo sencillo, como ‘canta más alto’. Aunque se le asocia sobre todo con la música de raíces, Burnett cree que su firma no es necesariamente un estilo musical, sino una pureza de sonido y tono.
Dado su carácter apacible y la belleza de muchos de sus trabajos, resulta extraño escuchar a Burnett hablar de cómo, durante muchos años, su propia música se inspiró en visiones distópicas surgidas de una pesadilla adolescente sobre experimentos de control del pensamiento. Un reciente proyecto de colaboración, The Invisible Light: Spells es abrasivo y difícil de escuchar.
Sin embargo, como sugiere el título de su nuevo álbum, ha salido del otro lado. “En cierto modo, he matado a T Bone Burnett”, dice y suma “Simplemente lo hice. Ya estaba harto. Me harté de la distopía, y no quiero extenderla más. Ni siquiera quería participar en ella”.
Escribir canciones para sí mismo
Ahora en Nashville, un traslado precipitado tanto por la pandemia como por razones de trabajo de su mujer, la guionista Callie Khouri, T Bone se ha planteado una vida en la que su principal salida sea escribir canciones para que las graben otras personas. Ése era su pensamiento cuando empezó a componer la nueva música -y aún le gustaría que otros probaran esas canciones-, pero mientras grababa notó una cohesión que hacía un buen álbum.
Había estado escribiendo para un musical sobre Roy Rogers y estudiando la obra del compositor de Broadway Frank Loesser. Eso influyó en su propia composición de The Other Side, una historia de amor ajustada y concisa con estructuras rimadas sencillas.
Alison Krauss fue invitada a escuchar la nueva música de Burnett y quedó impresionada. Dice que le sorprendió cómo las canciones sonaban frescas y familiares al mismo tiempo. “Me encanta el tratamiento de las canciones, en sí son preciosas. Recuerdo que se me aceleró el corazón al querer cantarlas yo misma”, comenta. “Me hizo apreciarlo a otro nivel al escucharlo”, dice. “Era sencillamente impresionante. La música me recordó a cuando escuché otra música que cambió mis estándares”.
Burnett no ha cerrado la puerta a los trabajos de producción. Está trabajando en algo nuevo con Ringo Starr, pero ahora le atrae explorar su propia escritura con una perspectiva más libre. Lo mejor de una vida creativa, dice, es que “puedes hacerlo todo el tiempo que quieras, todo el tiempo que puedas”.
“Confío en la vida, en la felicidad. De hecho, es lo único en lo que confío ahora, así que es un cambio importante en toda mi vida. Ahora tengo 76 años, así que quiero aprovechar el tiempo que me queda, quiero pasarlo feliz. Creando amor y buenas vibraciones, si aún puedo usar esa palabra”, bromea.
Fuente: AP
[Fotos: Rob Kim/Getty Images for The Recording Academy; Gary Miller/Getty Images; Michael Putland/Getty Images; Mario Anzuoni/Reuters]