La quiebra fue solicitada por un abogado vinculado al gremio lechero Atilra, tras varios meses de parálisis en las actividades de la empresa. La planta láctea La Suipachense había cesado su producción hace aproximadamente tres meses, lo que llevó a la justicia a tomar la decisión de declarar la quiebra de Lácteos Conosur SA. La empresa adeuda una suma considerable a sus acreedores, y los trabajadores habían denunciado un vaciamiento de la misma. El empresario venezolano dueño de la firma ha perdido el control de la empresa y se le ha prohibido realizar movimientos financieros sin autorización judicial. La justicia ha fijado plazos para que los acreedores verifiquen sus créditos y se presentará un informe sobre el estado de la compañía en mayo del próximo año.

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