Nota de opiniónLa Argentina de hoy, que hay, que viene
20 abril, 2020
La pandemía obliga tanto en nuestro país como en el mundo a analizar en qué situación estamos y hacia donde se va, tanto en lo social como en lo económico.
Es indudable que la globalización neoliberal potenció los efectos de la pandemia. El calentamiento global y los cambios ecológicos han acelerado y expandido este virus o podría ser cualquier otro. Es muy claro que las fumigaciones potencian el cáncer en los pueblos argentinos de la patria sojera o arrocera.
En Argentina el modelo neoliberal, comenzó a aplicarse a partir de 1976 con Martínez de Hoz, y luego del interregno de los gobiernos de los Kirchner (2003-2015), tuvo su máxima expresión con el gobierno de Macri, dejando una secuela de deuda externa (casi 100% del PBI), desinversión en salud y educación, caída del PBI, aumento tremendo del desempleo, destrucción de las Pymes nacionales con una política salvaje de importaciones, destrucción del aparato del estado, etc.
Hoy en el mundo se habla de un nuevo feudalismo creado por las teorías dominantes neoliberales, NO un feudalismo conocido como una forma de organización social sino como una forma de la tenencia del capital.
Los grandes propietarios del capital se asemejan a señores feudales que recogen sus beneficios sin riesgo y de manera pautada y no a empresarios burgueses que necesitan asumir determinados riesgos para tener utilidades y nada tienen pautado.
Como demostró el gran economista Piketty (El Capital del Siglo XXI) el 1% de la población mundial tiene el 50% del capital y además en su gran mayoría son integrantes de grandes herencia. O sea en general el capital del mundo lo manejan rentistas herederos.
En nuestro país pasa lo mismo. La soja, los recursos naturales, el manejo de los precios de los alimentos, están íntimamente ligados a familias como Peña Brown, Bullrich, Martínez de Hoz, Blaquier, etc. En definitiva la aristocracia terrateniente que en general casi no tienen compromiso ciudadano, su ciudadanía son los paraísos fiscales donde esconden sus fortunas y evaden sus compromisos.
Pasada la Segunda Guerra Mundial los países europeos occidentales y EEUU invirtieron fuertes sumas en desarrollar un Estado de Bienestar, con fuertes beneficios para sus habitantes, por miedo al avance del comunismo de la mano de URSS.
En los años 1980/90 las ideas neoliberales renegaron del estado benefactor y dieron paso a las finanzas, al recorte del estado y al mundo del dinero sobre la producción. Este proceso lo encabeza Ronald Reagan en EEUU y Margaret Tacher en Inglaterra y es seguido por el resto del mundo como las dictaduras de Chile y Argentina de aquel entonces. Se privatizaron empresas, se destrozó el sistema público de salud, se dejó hacer a los Bancos lo que quieren, se privatizaron los sistemas de jubilaciones y la educación, se generaron las deudas externas, etc.
Los países emergentes como Argentina ven hasta el día de hoy que dirigencias locales (Ejemplo el PRO) son socias de estos intereses NO nacionales, y han seguido esas políticas de desguace del estado y endeudamiento, en beneficio de intereses externos.
Hoy la clase media argentina, a la que le habían hecho creer que el estado era un cuco, ve como ese Estado va en su auxilio y atiende la pandemia sin distinción de clase social, idea política o religiosa. Este gobierno nacional que a poco de asumir la conducción de un país quebrado, se ha visto inmerso en esta situación, demuestra día a día porque la base de su ideología tiene al hombre por sobre la economía y lo define como que “la Patria es el otro”.
Así tomó esta pandemia al mundo y a la Argentina, y ante esto debemos preguntarnos qué es lo mejor que puede hacer nuestro país.
Tal vez, y hoy está de moda, debamos recordar el New Deal en EEUU que fue en definitiva una política de recuperación económica y social que llevó a cabo el presidente Franklin Delano Roosevelt en EEUU luego de la Gran Depresión de 1930, depresión provocada por la terrible burbuja financiera de las bolsas del mundo (suena ¿no?).
Qué hizo entonces EEUU desde 1932 a 1935, ni más ni menos que activas políticas públicas para salir de la terrible crisis donde la economía de EEUU se había destruido y arrastrado a la miseria a su población. En que se basó:
# Control de precios
#Reglamento muy fuerte a los Bancos para orientar los créditos a la producción
# Salvataje estatal de empresas y sector agropecuario
# Obra pública y política agresiva de empleo ante los más de 10 millones de desocupados
Muchas de estas políticas serían luego llevadas a cabo en Argentina por el Peronismo de 1945 al 55 creando un estado benefactor.
En la Argentina de hoy (con la pandemia) el gobierno nacional está realizando ingentes esfuerzos para por un lado poner a resguardo la salud de los argentinos y por otro lado tratar de sostener lo mejor posible el aparato productivo que indudablemente saldrá dañado.
Lo importante es pensar el país del mañana, el que viene luego de la pandemia donde las medidas coyunturales pasarán y se deberá forjar el modelo de país futuro donde ya nada será igual.
Esta terrible crisis puede ser la oportunidad de afirmar en el país un modelo nacional de desarrollo sostenido con equidad.
Esto, más allá de la necesaria reprogramación de la deuda externa, reprogramación ya expuesta por el gobierno, apoyada por organismos internacionales y el Papa Francisco y atacada por los empleados de los intereses externos que desde los medios de comunicación y sus sillas de consultores defienden a los Fondos internacionales en detrimento del interés nacional.
Cuales serían esos ejes centrales para forjar ese modelo nacional:
# Nueva ley de Entidades Financiera que ponga a los bancos al servicio de la producción nacional
#Control sobre formadores de precios NO son más de 12/15 grandes corporaciones incluyendo los servicios básicos
# Activa política de empleo
#Control de divisas para aplicar el stock a lo necesario para el desarrollo del país
# Seguir fortaleciendo el estado en salud, educación, ciencia, etc
# Activa política de obra pública como generadora de empleo y como herramienta de desarrollo
#Profunda reforma fiscal que determine un régimen impositivo donde el que más gana más paga
Esto debe estar acompañado de una activa política pública (SI: pública) y de las Cámaras Empresarias, en la formación de una muy fuerte burguesía nacional empresaria con un modelo nacional de país con desarrollo equitativo. Cuando se plantea esto siempre la palabra es desarrollo y no crecimiento. Para esta afirmación sería bueno releer en parte el Pacto Social de Perón y Gelbard con la CGT.
Sin esta burguesía nacional que sea parte de una alianza entre el empresariado, el trabajo y el Estado será muy difícil el establecimiento en forma permanente, tal como se reclama, de un modelo nacional de desarrollo inclusivo.
De no ser así las fuerzas internas al servicio de los intereses externos terminan captando parte de la sociedad que con el tiempo terminan acompañando experiencias contrarias a sus intereses.
Olvidemos definitivamente las políticas neoliberales y volvamos al estado que ordena y orienta. El neoliberalismo desafía la ley de la gravedad: “Siempre derrama para arriba”.
La Argentina debe volver definitivamente al tiempo donde el hombre es más importante que la economía y donde el desarrollo con equidad permite una sociedad más justa y en paz.
Lic Juan Carlos Gomez
Ex Sub Secretario de Pesca de la Provincia de Buenos Aires
Ex Director General de Puertos de la Provincia de Buenos Aires
Ex Secretario de Industria y Comercio de la Municipalidad de San Martin (Bs. As.)
Consultor empresas Pymes