Espectáculo de payadas y ventriloquíaEl artista Juan Lalanne sumó aplausos y reconocimientos en el Museo Pampeano

Espectáculo de payadas y ventriloquía

El artista Juan Lalanne sumó aplausos y reconocimientos en el Museo Pampeano

8 febrero, 2021 Desactivado Por ZETA NOTICIAS

Tuvo lugar el sábado 6 de febrero la presentación del artista chascomunense Juan Alberto Lalanne, con su espectáculo titulado “Juan y Julián de verano y con amigos”. Esto sucedió en los jardines del Museo Pampeano de Chascomús.

La crónica indica que pasadas las ocho de la noche comenzó la velada con la presentación de Julio Giribaldi, quién aportó con sus acertadas palabras un clima ameno para cada disciplina que pasarían por el escenario del aljibe del Museo.

Los integrantes del grupo de danzas “Sencillito y de alpargatas”, que es dirigido por Daniela Giribaldi, bailaron dos danzas en el inicio de la noche. Con ellas resaltaron su experiencia y compromiso.

Tras este comienzo, continuó Juan Lalanne, quien aportó interpretaciones de su autoría y citando una obra de Pedro Boloqui, poeta de Lezama y protagonista de la historia del Museo Pampeano.

Luego de esto, nuevamente el grupo de danzas “Sencillito y de alpargatas” ofreció otra dupla de danzas acordes al lugar y la temática. Así se dio paso a la actuación de David Tokar (payador de la ciudad de San Vicente) quien cosechó reconocidos aplausos del centenar de asistentes –máximo número de concurrentes permitido por las normas vigentes- que vistieron el verde del museo.

La llegada del esperado dúo conformado por “Juan y Julián” fue al promediar la noche. Ya en el escenario lograron despertar con sus diálogos, sonrisas y emociones, recuerdos y anécdotas celebradas en todo momento; así, la magia de la ilusión estuvo presente en grandes y en niños, quienes se deleitaron con cada una de las charlas (incluso, hasta cuando Julián reclamaba un poco de menos de encierro –en la valija- en medio de los cuidados y aislamientos preventivos).

Al final los payadores Juan Lalanne y David Tokar crearon sus poesías con la intervención del público en un difícil juego de improvisación, para luego en la clásica payada y con un contrapunto relacionado a “un oso verde”,  pintado por Lalanne en la escuela  primaria y aprovechando que estaba su maestra de entonces para reafirmar la anécdota, lo que  generó risas y emoción.

Así se llegó al final de una espléndida noche de verano en un lugar predilecto. Hay promesas hechas públicas de una segunda en primavera. Estaremos atentos para no faltar y brindar una nueva crónica de lo que suceda, como esta que aquí termina.