Nota de opiniónIrresponsabilidad ciudadana o tolerancia estatal?
10 agosto, 2020
Los ciudadanos platenses vemos, con cierto estupor, los datos que se nos brindan
respecto a la evolución de la pandemia en nuestra región.
Se ha dicho que esta información, pese a la infodemia de los medios de difusión, debe ser
evaluada no día por día sino en períodos abarcativos mayores .He de procurar hacer una reflexión
con una falta de especialización absoluta dada mi calidad de abogado jubilado.
Según los datos oficiales que suministra la Defensoría Ciudadana platense, al 5 de junio de
2020 ( a 74 días de iniciada la cuarentena,)la información era la siguiente
CASOS ACTIVOS 128, FALLECIDOS 8, CASOS EN ESTUDIO 167, DESCARTADOS 2596.
Al 7 de agosto( 52 días después) la estadística arroja la siguiente información.
CASOS ACTIVOS 1761, FALLECIDOS 68, EN ESTUDIO 1426, DESCARTADOS 11468.
El vice Ministro de Salud anuncia que la situación es crítica y que “ van a empezar a faltar
camas en el AMBA”, información que comprende a La Plata y se denuncia que algunos centros de
salud o ya están saturados o están cerca de llegar a dicha situación.
Mientras ello ocurre, la ciudad de La Plata, se caracteriza por verse diariamente una gran cantidad
de gente circulando por sus veredas, muchas sin barbijo y sin ningún tipo de protección. Esto se
repite en los espacios públicos, en el Paseo del Bosque por poner un ejemplo en donde se ve una
gran cantidad de automóviles que ahora allí estacionan violando la normativa toda vez que se
alejan de sus propios domicilios (teniendo un plaza a 5 cuadras aproximadamente) como también
la gran cantidad de automóviles particulares que circulan por sus calles. Si bien en algunas
oportunidades hemos visto la implementación de algún tipo de operativo (no hablemos de
control) , estos se han limitado a pedir a los conductores el lugar de sus domicilios, y en el mejor
de los casos lugar de destino. Del mismo modo actividades, que aún se encuentran restringidas,
se realizan a la vista de todos sin ningún tipo de vigilancia.
En todos los casos, este libertinaje social influye en las estadísticas citadas poniendo en
serio riesgo no sólo a los irresponsables autores de los hechos denunciados sino también a
aquellas personas que actúan con cuidado por la salud, tanto la propia como de los semejantes.
La situación imperante nos lleva a plantear si se trata de la irresponsabilidad ciudadana o
de una injustificada tolerancia estatal.
Lamentablemente los que nos cuidamos y respetamos las reglas pertinentes, también
estamos expuestos a los contagios, pero no es aventurado afirmar que aquellos que las violan, o
alientan a realizar concentraciones políticas en los espacios públicos serán los primeros en
reclamar una atención eficaz en los centros de salud y, sin duda, enrostraran a las autoridades
nacionales o provinciales los padecimientos que deberán afrontar. Como dije en una oportunidad
anterior:
TODOS SOMOS RESPONSABLES DE TODO, POR TODO Y ANTE TODOS.
EMILIO AUGUSTO RAFFO