La mujer permanece internada con pronóstico reservado en el Hospital San Roque de Dolores con gravísimas lesiones. El hombre, que logró la eximición de prisión, dijo que ella se había caído en la bañera.

a historia comenzó a la madrugada del domingo 9, cuando un hombre llegó a la guardia del Hospital San Roque de Dolores señalando que traía a su pareja con heridas por haberse caído en la bañera.

La mujer, con golpes en la cabeza, se encontraba en un estado de conmoción que le impedía movilizarse. La médica que la atendió ordenó una tomografía, pero el hombre insistía en no separarse de ella: aducía que tenía un tumor cerebral y que al día siguiente debían presentarse en La Plata para una consulta oncológica. Pero en la tomografía no apareció tal tumor. Luego de las primeras curaciones, la pareja se retiró del lugar.

Sin embargo, a los pocos días la mujer se presentó en la Comisaría de la Mujer, con muestras de tremendos golpes, a denunciar a su pareja. Contó que estaba durmiendo cuando él llegó y comenzó a pegarle trompadas y patadas en la cabeza y en el resto del cuerpo. Y que, en un momento en el que él se fue de la casa, logró escaparse.

Desde la dependencia policial fue trasladada nuevamente al Hospital San Roque, donde se constató que tenía innumerables golpes en todo el cuerpo y un traumatismo encéfalo-craneano con hemorragias dentro del cráneo, lo que obligó a internarla en terapia intensiva.

A raíz de la comprobación de estas lesiones se dictó una orden de prohibición de acercamiento, en tanto que el agresor interpuso, antes de que pudiera ser efectivizada la orden de detención, un recurso de eximición de prisión que fue aceptado por el juez Gastón Giles.

Mientras tanto, la mujer continúa internada estable, con un pronóstico reservado y las actuaciones son llevadas adelante por la fiscalía de Violencia de Género a cargo del doctor Roberto Miglio Salmo.