En su visita a BahréinFrancisco denunció el «dramático crecimiento» de la brecha entre Norte y Sur
4 noviembre, 2022
El papa Francisco consideró «infantil» el comportamiento belicista de las potencias cuando en el mundo hay una «injusticia escandalosa», al encabezar un encuentro interreligioso en Bahréin con un discurso en el que llamó a un acercamiento entre Occidente y Oriente y en el que también pidió al mundo no olvidar la «brecha en constante y dramático crecimiento» entre Norte y el Sur y reclamó a países del Golfo Pérsico «el reconocimiento de la mujer en el ámbito público».
En el segundo día de su visita al reino árabe, Francisco volvió a insistir con mensajes que apuntan no solo a la monarquía local y al Golfo Pérsico, sino que buscó un contenido universal con una férrea oposición a la venta de armas y un renovado pedido por la paz, al tiempo que fue un testigo de una histórica apertura al diálogo del Islam sunita hacia el chiita y que calificó como «muy valiente».
«Deseamos que las disputas entre Oriente y Occidente se resuelvan por el bien de todos, sin desviar la atención de otra brecha en constante y dramático crecimiento, la que se da entre el Norte y el Sur del mundo», pidió este viernes el pontífice al intervenir en el evento sobre la «coexistencia humana» del que participó en el Palacio Real de Sakhir del reino árabe.
En su discurso, Francisco deseó así «que la aparición de los conflictos no haga perder de vista las tragedias latentes de la humanidad, como la catástrofe de las desigualdades, por la que la mayor parte de las personas que pueblan la tierra experimenta una injusticia sin precedentes, la vergonzosa plaga del hambre y la calamidad de los cambios climáticos, signo de la falta de cuidado hacia la casa común».
El Papa llegó el jueves a Bahréin para una visita de cuatro días al país de mayoría musulmana durante la que busca estrechar los lazos con el mundo islámico y dar mensajes de paz y por los derechos sociales desde el Golfo Pérsico.
«Lamentablemente, Oriente y Occidente se asemejan cada vez más a dos mares contrapuestos», lamentó Francisco para enmarcar su discurso.
«Nosotros, en cambio, estamos aquí reunidos porque queremos navegar en el mismo mar, eligiendo la ruta del encuentro y no la del conflicto, la vía del diálogo indicada por este foro», contrapuso luego.
Bahréin, gobernada por una monarquía de la rama sunnita del Islam, tiene sin embargo una población mayoritariamente chiíta que ha denunciado encarcelamientos y persecuciones de parte de las autoridades, especialmente tras la época de la denominada Primavera Árabe de 2011.
Este viernes, uno de los aliados del Papa y considerado la máxima autoridad sunita del mundo, Ahmed el-Tayeb, convocó a los chiitas a «superar los conflictos históricos» entre las dos ramas del Islam en un histórico gesto de apertura que fue luego resaltado por el Pontífice en una reunión privada que mantuvieron.
En una visita que tiene como marco las tensiones mundiales expuestas tras la guerra en Ucrania, Francisco afirmó también que «después de dos terribles guerras mundiales, después de una guerra fría que durante décadas tuvo al mundo en vilo, en medio de tantos conflictos desastrosos en todas partes del globo, entre voces de acusación, amenaza y condena, nos encontramos aún tambaleantes en el borde de un equilibrio frágil, y no queremos desplomarnos».
«Llama la atención una paradoja: mientras la mayor parte de la población mundial está unida por las mismas dificultades, afligida por graves crisis alimentarias, ecológicas y pandémicas, así como por una injusticia planetaria cada vez más escandalosa, algunos poderosos se concentran en una lucha decidida por intereses particulares, desenterrando lenguajes obsoletos, redefiniendo zonas de influencia y bloques contrapuestos», criticó el Papa.
«Parece que estamos presenciando un escenario dramáticamente infantil: en el jardín de la humanidad, en vez de cuidar del conjunto, se juega con fuego, misiles y bombas, con armas que provocan llanto y muerte, llenando la casa común de cenizas y odio», lamentó Francisco.
En ese contexto de conflictos bélicos, el Papa advirtió por las «amargas consecuencias» para la humanidad «si se persiste en la firme imposición de los propios modelos y de las propias visiones despóticas, imperialistas, nacionalistas y populistas, si no nos interesamos en la cultura de los demás, si no se escucha el clamor de la gente común y la voz de los pobres, si no se deja de distinguir de modo maniqueo quién es bueno y quién es malo, si no nos esforzamos por entendernos y colaborar por el bien de todos».
Acompañado por un enviado de Télam durante la visita, el Papa centra sus actividades en los alrededores de Awali, la zona desértica sobre la que está construido el Palacio, y en la capital Manama, en el norte de la más grande de las 30 islas que dan forma al país.
El Papa reclamó por los derechos de las mujeres y niños
Este viernes, Francisco reclamó también a los países del Golfo «el reconocimiento de la mujer en el ámbito público, en la instrucción, en el trabajo, en el ejercicio de los propios derechos sociales y políticos», tras haber pedido ayer que se promuevan «en toda la región, derechos y condiciones justas y cada vez mejores para los trabajadores, las mujeres y los jóvenes, garantizando al mismo tiempo respeto y atención para los que sufren mayor marginación en la sociedad, como los que han emigrado y los presos».
Tras haber reclamado de forma implícita que Bahréin abandone la pena de muerte que mantiene desde 2017, el Papa se centró también en «la protección de los derechos fundamentales de los niños» y pidió que se garantice «que crezcan instruidos, atendidos, acompañados, no destinados a vivir con el tormento del hambre o los lamentos por la violencia».
Francisco hizo además una convocatoria a las religiones para rechazar los fundamentalismos y aseguró que «cuando se predica el odio, la violencia y la discordia se profana el nombre de Dios».
«El que es religioso rechaza esto, sin ningún pretexto; dice no con fuerza a la blasfemia de la guerra y al uso de la violencia», planteó en el foro en el que también participan, entre otros, el Patriarca Ecuménico Bartolomé, el rabino David Rosen y representantes de otros credos.
«Porque no basta decir que una religión es pacífica, es necesario condenar y aislar a los violentos que abusan de su nombre. Y ni siquiera es suficiente tomar distancia de la intolerancia y del extremismo, es preciso actuar en sentido contrario», animó Francisco.
Francisco convocó a líderes musulmanes a aliarse contra el comercio de armas
El papa Francisco convocó a líderes islámicos a aliarse contra el comercio de armas, que «está transformando nuestra casa común en un arsenal», al reunirse en la mezquita real de Bahréin con el Consejo de Ancianos Musulmanes, a quienes invitó a ser «instrumentos de paz».
«No nos debemos dejar tentar por otros instrumentos, por atajos indignos del Altísimo, cuyo nombre de Paz es insultado por quienes creen en las razones de la fuerza y alimentan la violencia, la guerra y el mercado de armas, el comercio de la muerte que, con grandes sumas de dinero cada vez mayores, está transformando nuestra casa común en un gran arsenal», aseguró el Papa al reunirse con los miembros de la organización internacional creada en 2014.
En el segundo día de la visita que terminará el domingo, el Papa lamentó «cuántas tramas oscuras y cuántas dolorosas contradicciones» hay tras el comercio de armas.
«Pensemos, por ejemplo, en cuántas personas se ven obligadas a migrar de su propia tierra a causa de los conflictos financiados por la compra de armamento anticuado a precios asequibles, para luego ser identificadas y rechazadas en otras fronteras por medio de equipamiento militar siempre más sofisticado. Y de esta manera la esperanza es asesinada doblemente», propuso en esa dirección.
«No nos debemos dejar tentar por otros instrumentos, por atajos indignos del Altísimo, cuyo nombre de Paz es insultado por quienes creen en las razones de la fuerza y alimentan la violencia, la guerra y el mercado de armas»papa Francisco
Este viernes, al participar en un foro sobre el diálogo entre Oriente y Occidente, el Papa había ya planteado que «el hombre religioso, el hombre de paz, se opone también a la carrera armamentística, al negocio de la guerra, al mercado de la muerte» y «no apoya alianzas contra alguien, sino caminos de encuentro con todos; sin ceder a relativismos o sincretismos de ningún tipo, sigue una sola senda, la de la fraternidad, el diálogo y la paz».
En un viaje con el que busca estrechar lazos con el mundo musulmán, el Papa mantuvo un encuentro privado con la máxima autoridad de la rama sunita del Islam, el rector de la Universidad de Al Azhar, Ahmed el-Tayeb, un aliado del pontífice con el que ya en 2019 firmó una declaración conjunta por la «fraternidad».
«Ante ustedes quisiera reiterar que el Dios de la paz nunca conduce a la guerra, nunca incita al odio, nunca respalda la violencia. Y nosotros, que creemos en Él, estamos llamados a promover la paz a través de instrumentos de paz, como el encuentro, las tratativas pacientes y el diálogo, que es el oxígeno de la convivencia común», agregó luego el Papa ante el Consejo Musulmán.
Con la guerra como marco, Francisco planteó que «la paz no puede ser solo proclamada, se debe consolidar. Y esto es posible removiendo las desigualdades y las discriminaciones, que producen inestabilidad y hostilidad».
«No podemos preocuparnos solo por los nuestros, sino que, cada vez más unidos, hemos de dirigirnos a la entera comunidad humana que puebla la tierra»papa Francisco
Así, para el Papa, «ante una humanidad cada vez más herida y desgarrada que, bajo el vestido de la globalización, respira con dificultad y miedo, las grandes religiones están llamadas a ser el corazón que une los miembros del cuerpo, el alma que da esperanza y vida a las más altas aspiraciones».
«Los males sociales e internacionales, los económicos y los personales, así como la dramática crisis ambiental que caracteriza los tiempos actuales y sobre la que se ha reflexionado, provienen a fin de cuentas del alejamiento de Dios y del prójimo», opinó luego Jorge Bergoglio, convertido en el primer pontífice de la historia en visitar Bahréin
«No podemos preocuparnos solo por los nuestros, sino que, cada vez más unidos, hemos de dirigirnos a la entera comunidad humana que puebla la tierra», convocó finalmente el Papa.
El sábado, en tanto, el Papa celebrará su única misa en Bahréin, con una ceremonia a las 8 locales (2 de la Argentina) en el Estadio Nacional del reino, y luego tendrá un encuentro con jóvenes católicos de toda la región.
APOSTILLAS DEL SEGUNDO DÍA DE FRANCISCO EN BAHRÉIN
FRANCISCO Y SU PEDIDO DE «UNIDAD EN LA DIVERSIDAD
Además de sus encuentros con el Islam, Francisco mantiene también reuniones con representantes cristianos de toda la región del Golfo Pérsico. Este viernes, al encabezar un encuentro ecuménico por la paz, animó a las diferentes ramas del cristianismo a «restablecer la unidad plena».
«Es correcto decir que lo que nos une supera con creces lo que nos separa, y que cuanto más caminemos según el Espíritu, más nos inclinaremos a desear y, con la ayuda de Dios, a restablecer la unidad plena entre nosotros», les dijo a representantes de las Iglesias orientales del mundo no católico.
En su mensaje, Francisco resaltó la importancia de reconocer «la unidad en la diversidad» y recordó los textos de los bíblicos según los que los discípulos de Cristo «estaban todos reunidos en el mismo lugar». «Recordemos que la unidad, hacia la que vamos caminando, está en la diferencia», convocó.
LAS REUNIONES FUERA DE AGENDA DEL PAPA
Más allá de la agenda centrada en sus encuentros con autoridades musulmanas y miembros de la comunidad católica local, el Papa dejó un espacio libre en su estadía en Bahréin para tener algunas reuniones fuera del programa oficial. Esta mañana, por ejemplo, se reunió con el Sheikh Nahyan bin Mubarak Al Nahyan, ministro de la Tolerancia de Emiratos Árabes Unidos; con el Presidente de Tatarstan Rustam Minnikhanov, y con el ganador del Premio Nobel de la Paz de 2014, Kailash Satyarthi, según informó luego el Vaticano a los periodistas que viajan con el pontífice, entre ellos un enviado de Télam.
Luego, también fuera de la agenda oficial, Francisco mantuvo una reunión con el Patriarca Ecuménico Bartolomé, uno de sus más firmes aliados en el diálogo entre cristianos y quien a su vez es un férreo opositor a la política favorable a la guerra del patriarca Ortodoxo ruso Kiril.
LA PARTICULAR HISTORIA DE LA CATEDRAL DE BAHRÉIN
El Papa encabezó hoy un encuentro ecuménico y oración por la paz en la flamante catedral Nuestra Señora de Arabia, inaugurada en diciembre de 2021 y la más grande de las dos Iglesias del país.
La construcción de la catedral, que se encuentra cercana a la capital del país, Manama, se considera un hito de la apertura religiosa en el reino islámico de Bahréin y tiene capacidad para albergar a unos 2.300 fieles. La particularidad del edificio, que con su forma octogonal busca simbolizar las tradicionales carpas del desierto, es que fue construido en un terreno de 9.000 metros cuadrados donado por el rey Hamad bin Isa Al Khalifa, musulmán sunita.
FUENTE:TELAM