Con la llegada del 2023 comenzó el Año Sorolla para conmemorar los 100 años de su muerte, y con él la exhibición de pinturas inéditas de Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) y exposiciones concentradas en su España natal, dando cuenta de la trayectoria del «maestro de la luz» desde sus inicios, de su origen humilde a la conquista de mecas artísticas como París y Nueva York sin entenderse con las vanguardias, a cuyos referentes llamaba «holgazanes», entre ellos Pablo Picasso (1881-1973) , otro de los homenajeados este año en España al cumplirse otro aniversario redondo de su muerte, cinco décadas.

Las obras inéditas son «En la posada», ‘La esclava y la paloma. Desnudo» y «El oferente», incorporadas al acervo del Museo Sorolla de Madrid en el primer centenario de la muerte del pintor, y expuestas al gran público en la muestra «Orígenes», informó la prensa española.

Se trata de «tres pinturas de gran calidad en perfecto estado de conservación», valuadas por «un total de 357.000 euros», informaron voceros del Ministerio de Cultura, ejecutadas en 1883 cuando el pintor tenía 20 años, «un excelente ejemplo de la pintura de su periodo de formación», que resulta una etapa «bastante desconocida porque la mayoría de estas obras se encuentran en colecciones privadas».

Esta retrospectiva, montada en la pinacoteca madrileña de Paseo del General Martínez Campos 37, forma parte de un programa cultural que se extenderá hasta 2024 y a la que se suma el Museo del Prado con un homenaje centrado en los retratos del artista con dos piezas que salieron de España durante la Guerra Civil, y así el fervor por Sorolla resucita en el centenario de su muerte, indicó el diario El país.

A esto se suman libros y biografías como «Cómo cambiar tu vida con Sorolla» (Lumen), en la que el periodista César Suárez ficcionaliza los momentos más destacados de la vida del valenciano, deteniéndose especialmente en sus orígenes humildes, marcados por la temprana muerte de sus padres por cólera, agregó la agencia de noticias DPA.

Retratista de la luz, logró captar como nadie el azul del mar Mediterráneo y de la playa valenciana. Algunos personajes anónimos son gente cercana al pintor como «Retrato de hombre», que podría ser un compañero del colegio. En otras pinturas, es posible reconocer a su hermana Concha, con quien fue criado por sus tíos maternos tras quedar huérfano junto a otros cinco hermanos, eran siete.

Artista prolífico, dejó más de 2200 obras catalogadas. Sus pinturas fueron etiquetadas como impresionistas, postimpresionistas y luministas.​Entre sus obras icónicas se encuentra «Paseo a orillas del mar» (1909), símbolo de la luz mediterránea.