Con la presencia de Monseñor Ernesto Giobando, en la Parroquia «Santa María» se realizó la toma de posesión del Padre Pablo Etchepareborda. El sacerdote será párroco a partir de hoy de las Parroquias «San José», «Santa María» y «Sagrada Familia» de San Agustín. Por su parte, el padre David Ochoa, anterior párroco de «Santa María», asumirá el 10 de enero en el Santuario San Cayetano de Mar del Plata.

La ceremonia comenzó a las 11:30 en la Parroquia «Santa Maria», estuvo encabezada por Monseñor Ernesto Giobando, acompañado por los párrocos Pablo Etchepareborda y David Ochoa, el vicario Juan Marcos Degl’Inoccenti, el padre Santiago Arriola y el seminarista Agustín Corral. El propio Arriola, en un breve acto, nombró a Etchepareborda como párroco de la parroquia «Santa María» por seis años.

PRESENTACIÓN DEL PADRE JUAN MARCOS

El sábado, en una misa celebrada en la Parroquia «San José», el párroco Pablo Etchepareborda presentó al vicario Juan Marcos Degl’Innocenti quien desarrolló una homilía frente a la presencia de cientos de fieles. «Confiamos en vos, te recibimos con mucha alegría y queremos que puedas sentirte como en casa. Que puedas ejercer tus primeros años de ministerio y sigas creciendo como hombre de Dios, como un hermano para nosotros y un padre de toda la comunidad. «Que el Señor te de todas las fuerzas, la gracia y los dones que necesites en este camino», expresó Etchepareborda.

Por su parte, el padre Juan Marcos se mostró agradecido y alegre por la cálida recepción de la comunidad católica. «Es gratificante este recibimiento, con el tiempo nos iremos conociendo y compartiendo el camino de Dios. Es una alegría poder sumarme al equipo pastoral de Balcarce», indicó el vicario.

AÑO JUBILAR

La Parroquia «San José» dio inició al año Jubilar 2025 convocado por el Papa Francisco, el acto de apertura fue presidido por el diácono Walter De Santis, quien leyó el decreto del Papa en el atrio de la iglesia previo a la presentación del padre Juan Marcos, donde un buen número de fieles participaron con entusiasmo.

El Año Jubilar es una tradición que se remonta al Antiguo Testamento, viene de jubileo, fiesta. Originalmente se celebra cada 25 años, el último se celebró en el año 2000. Es un periodo de gracia, de perdón, comenzó el 30 de diciembre del año pasado y culminará el 30 de diciembre de este año.

«Durante ese año uno tiene que hacer algunas actividades, por ejemplo, peregrinaciones e indulgencias plenarias. La indulgencia plenaria significa el perdón por todos los pecados cometidos si realmente está arrepentido de corazón. El jubileo se trata de un año de fiesta porque la Iglesia te da la posibilidad de que se perdonen todos los pecados. También hay obras de misericordia, como obras corporales y obras espirituales con las cuales vos ayudas, por ejemplo una obra espiritual es visitar a un enfermo, atender a una persona que está sufriendo una situación de salud delicada. Obras como donaciones, por ejemplo saber que hay una familia que está pasando una situación difícil y hacer una donación anónima», expresó De Santis a El Diario.

«Todos esos son actos de misericordia por el cual también tenes la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria, Durante este año, no solo estamos llamados a buscar perdón, sino a profundizar en el amor de un Dios que se acerca al hombre que perdona, que siempre lo espera, que le restituye su condición de hijo amado», concluyó el diácono.