El 19 de noviembre pasado los argentinos y argentinas votamos para elegir un nuevo presidente, en mucho tiempo lo que se dijo parece ser lo ha cumplir, el electo está dispuesto a cumplir su plataforma electoral presentada ante la Justicia Electoral.

En el punto 4 su plataforma denominado “Reformas Económicas” habla y cito textual “4- Privatización de las empresas públicas deficitarias”[1] entendiendo por deficitaria aquellas empresas que dan perdida en su balance y donde el Estado debe intervenir para nivelar su balance para que la misma no de pérdidas.

Tomare algunas empresas que considero emblemáticas y que son una marca registrada para los argentinos y argentinas.

La primera empresa es Aerolíneas Argentinas, una empresa que según el nuevo presidente electo Javier Milei, es deficitaria y por lo tanto sujeta a privatización por dar perdidas en su balance.

La pregunta que debemos hacernos es ¿Todas las Aerolíneas son deficitarias?¿Aerolíneas como empresa estatal bajo o aumento su déficit?, según Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) donde están nucleadas la mayoría de las Aerolíneas del mundo, en el año 2023 en la reunión realizada en la ciudad turca de Estambul, estimaron los ingresos del sector alcancen 803.000 millones de dólares este año, da un margen de ganancias de 2,25 dólares por pasajero, esto contesta si son todas deficitarias.

Abocándonos al caso específico de Aerolíneas Argentinas, durante el último año de gobierno de Mauricio Macri, la empresa tuvo un déficit de 667 millones de dólares, pero gestionando en forma correcta la misma, sumando rutas comerciales, ampliando su flota de aviones en 2022 perdió 48 millones de dólares, ¿entonces no es deficitaria? Claramente no, es una aerolínea mal administrada durante un gobierno de corte liberal y con desaprensión por lo propio, me animo a decir con poco amor por lo nuestro.

Otra pregunta que debemos hacernos es ¿debemos vender al empresa aérea?, un eslogan de las posturas liberales es que beneficia la competencia y la posibilidad de surgimiento de los privados, es un poco gastado, si se me permite el termino, dado que en los años noventa se aplicó esta receta y no resulto, fue el propio Estado Nacional que salió a rescatar a Aerolíneas Argentinas, una empresa quebrada por los privados que la administraron y vaciada literalmente, sus aviones y activos fueron vendidos y sus rutas ocupadas por las empresas que la gerenciaron.

La segunda empresa emblemática es YPF, orgullo nacional junto con Aerolíneas de empresas creadas por el Estado para ocupar lugares estratégicos. Ahora bien ¿da perdidas YPF? En 2022 YPF registro 2.200 millones de dólares o 290.264 millones de pesos de ganancias extras, además de mejorar sus reservas que alcanzaron los casi 1.200 millones de barriles de petróleo, sumado a un plan de inversiones de unos 4.200 millones de dólares, todos datos reales[1]

Vaca Muerta, la joya de YPF generara u$s34.500 millones a partir de 2025, es necesario venderla entonces la empresa YPF o solo es un buen negocio para algunos.

Queda demostrado que con estas dos empresas emblemáticas y que son marca registrada, las empresas públicas no dan perdidas, son las malas decisiones por llamarlas así, no quiero pensar que se han tomado decisiones mal intencionadas para dañarlas, las que llevan a dar déficits o perdidas a las mismas.

Estas empresas como muchas otras del Estado, impulsan el crecimiento del país, no solo por el ingreso de divisas, sino por su función social de conectividad en el caso de Aerolíneas, no creo que una empresa privada salga con un solo pasajero hacia Salta, Jujuy o Tierra del Fuego, solo por el hecho de ser el octavo país del mundo en territorio, adherir a un sistema federal donde las 24 jurisdicciones son hermanas y deben estar conectadas, un privado no volaría por el solo hecho de conectar a una ciudad con otra.

Las personas que trabajan en YPF se denominan ypfeanos con orgullo, quieren a la empresa como su propia casa, muchos dieron la vida a lo largo de su historia para hacer de la empresa lo que es hoy, muchos hicieron patria en lugares inhóspitos instalando bases de la empresa, mucho fueron a Malvinas cuando la empresa antes de la guerra tenía presencia en nuestro territorio usurpado, muchos se suicidaron en los noventa cuando se aplicaron estas recetas que hoy aparecen como revolucionarias.

No me gusta la frase terrible “nada de lo que deba ser estatal quedara en manos del estado” pensemos un poco, miremos lo que tenemos, Sr Presidente electo, mire los números de las empresas ya que le gustan tanto y mire que detrás de esos números hay personas de carne y hueso, algunos seguramente lo votaron, pero no para que los deje sin trabajo y sin empresas.

Por Diego Gabriel Presa:

Abogado, profesor de Historia Constitucional de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP