Miguel Ángel Russo, reconocido exentrenador y campeón de la Copa Libertadores con Boca Juniors en 2007, fue homenajeado en una ceremonia íntima en La Bombonera, donde parte de sus cenizas fueron esparcidas, cumpliendo su último deseo de descansar en el estadio donde dejó una huella imborrable. La presencia de sus familiares más cercanos, incluyendo su pareja y su hijo Ignacio, quien recientemente lo homenajeó con un gol tras su fallecimiento, marcó un momento de profundo respeto y emoción. Además, el mediocampista Leandro Paredes se acercó al vestuario para brindar personalmente su pésame a la familia de Russo, expresando su cariño y respeto hacia el entrenador.

Según reveló el periodista Leandro «Tato» Aguilera, la familia de Miguel Ángel Russo decidió dividir sus cenizas, destinando una parte al estadio Gigante de Arroyito y otra a La Bombonera, lugar emblemático en la carrera del entrenador. Este homenaje íntimo en Boca Juniors no será el único, ya que su legado quedará repartido entre los clubes donde dejó su marca. De esta manera, Miguel Ángel Russo será recordado por su humildad, pasión por el fútbol y profundo respeto en la comunidad futbolística argentina.

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